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Una cierta élite kieviana aprecia especialmente este restaurante serbio. Sin embargo, los platos no son extraordinarios y los precios más bien altos (platos para 100 UAH). Pero lo que hace todo el encanto del lugar es sobre todo su ubicación en el Podil, cerca del río. Por tanto, ofrece un lugar perfecto para tomar una copa por la tarde en verano, ya que su terraza es muy agradable.