CASA DE LAS HOJAS

Llamado House of Leaves en inglés, este museo, creado en 2017, perteneció a los servicios de inteligencia durante el período comunista. Está instalado a los pies de la torre Evergreen, uno de los edificios más altos de la capital (85 m de altura), en una discreta construcción de los años 1930. Rodeada de árboles y, con el follaje cubriendo su fachada, hace mucho que los habitantes de Tirana la apodaron «Casa de las Hojas».

Historia del edificio. En el período comunista (1944-1991), la terrible dirección de la seguridad del Estado (Drejtoria e Sigurimit të Shtetit), conocida comúnmente como Sigurimi, decidió espiar a los ciudadanos albaneses y a algunos ciudadanos extranjeros. Siguiendo el modelo de la Stasi en Alemania del Este, la Sigurimi disponía de una amplia gama de aparatos: equipo de escucha telefónica alemán, cámaras japonesas con teleobjetivos, micrófonos y otros sistemas miniaturizados. Aunque a nivel técnico la Sigurimi no tenía nada que envidiar a la policía secreta del Bloque del Este, se basaba principalmente en la inteligencia humana para obtener su información, es decir, la interceptación del correo, los soplos, el chantaje, los interrogatorios, la tortura.

Maternidad y Gestapo. Al principio, la Casa de las Hojas fue una clínica de obstetricia y ginecología. Construida en 1931, fue la primera sala de maternidad gratuita del país. Aquí nació, el 5 de abril de 1939, Leka Zogu (1939-2011), hijo del rey Zog I y de la reina Geraldina. Dos días después, la Italia de Mussolini invadió el país y el edificio se requisó para albergar las oficinas de la policía fascista. Posteriormente, a partir del verano de 1943, se convirtió en la sede de la Gestapo en Albania y principal centro de interrogatorio de la policía secreta del Estado nazi.

Cuartel General de la Sigurimi. Desde la liberación de Tirana en noviembre de 1944, la Casa de las Hojas se transformó en el cuartel general de la Sigurimi. Durante once años, los 26 centros regionales de la organización se dirigieron desde aquí y se perpetraron interrogatorios, torturas y asesinatos de miles de víctimas del régimen. La Casa de las Hojas es uno de los lugares más secretos de Tirana, pero también uno de los más temidos, hasta el punto de que algunos habitantes cambian de acera cuando pasan por delante.

Centro de escucha. En 1955, el lugar cambió su función. Dada su proximidad con la mayor oficina central de correos y telecomunicaciones de la ciudad, se convirtió en el centro científico y técnico de la Sigurimi, cuya misión principal era controlar la correspondencia y las llamadas telefónicas. Cedidos por los alemanes, los primeros aparatos empleados, siempre grabados con la cruz gamada, eran capaces de escuchar diez líneas telefónicas al mismo tiempo. Aquí se procesaban también las conversaciones grabadas en los hoteles de la capital a donde acudían los visitantes extranjeros: se colocaron 60 micrófonos en Dajti, 30 en Tirana International y otros 30 en la Arbëria.

Tras la dictadura. En 1991, la Sigurimi se disolvió y fue reemplazada por el ShIK (Shërbimi Informativ Kombëtar, Servicio Nacional de Inteligencia), que heredó no solo la Casa de las Hojas y el equipo de la Sigurimi, sino también a parte de sus agentes, técnicos y métodos tan poco democráticos. En 1997, frente a las críticas, el ShIK desapareció y dio lugar al ShISh (Shërbimi Informativ Shtetëror, Servicio de Inteligencia Estatal), que trató de sustituir a algunos miembros de su personal y veló por una actuación más legal. Pero el ShISh siguió utilizando la Casa de las Hojas hasta 2003.

Visita

El museo se concibió en colaboración entre el Ministerio de Cultura albanés y el monumento Berlín-Hohenschönhausen (antigua prisión de la Stasi). Consta de 31 salas repartidas en dos plantas. En cada una de ellas hay diversos aspectos de los métodos de trabajo de la Sigurimi, con sus víctimas, su material, sus agentes, etc. Cuenta con varias salas que merece la pena ver.

Sala 7. Técnicas operativas. Todo el material utilizado por la Sigurimi para espiar a sus enemigos: cámaras de fotos, micrófonos ocultos y una impresionante colección de equipos de escucha. En un rincón, no se pierda el testimonio de uno de los antiguos agentes de la policía secreta.

Sala 10. ¿Por qué el micrófono? Aquí se explican las distintas formas de ocultar un micrófono. Más allá, la sala número 21 ilustra la temible eficacia de las técnicas de la Sigurimi en este ámbito: el interior de un salón albanés de los años 1980, recreado con el mobiliario de los micrófonos ocultos, pero casi imposibles de detectar.

Sala 13. ¿Quién es el enemigo? Testimonio especialmente fuerte de las víctimas de la Sigurimi en vídeo. Los mismos testimonios son visibles en los museos Bunk’Art 1 y 2.

Sala 18. El enemigo externo. Aquí se proyecta una película elaborada por la Sigurimi. Se trata de una cámara oculta que siguió a la esposa de un diplomático yugoslavo que practicaba el mercado negro con una habitante de Tirana. El objetivo de esta secuencia era demostrar que la Yugoslavia de Tito, a diferencia de un país socialista como Albania, era corrupta.

Sala 29. El antiguo laboratorio de análisis médico de la clínica fue utilizado por la Sigurimi para revelar fotografías tomadas por los agentes. El mismo lugar también servía para detectar la posible presencia de sustancias químicas o veneno en los documentos enviados desde el extranjero a los funcionarios albaneses.

Sala 31. Un pasado imperfecto. Testimonios en vídeo de los creadores del museo y de las víctimas de la Sigurimi. Tenga presente que los vídeos no siempre están activos (hable con el personal).