MUSEO NACIONAL DE HISTORIA

Inaugurado en 1981, es, con 18000 metros cuadrados de espacios de exposición, el museo más grande de Albania. Alberga algunos de los más preciados objetos del país, como la Diosa de Butrinto y una formidable colección de iconos. Se distingue por su imponente fachada decorada con un magnífico mosaico de estilo realismo socialista. Aunque parece muy antigua, es un primer paso interesante para entender la compleja historia del país. La tienda del museo ofrece vestidos, bolsas y tejidos hechos a mano según la tradición de las regiones del norte. En este sentido, es una de las mejores opciones de compras en la capital.

Prehistoria y antigüedad

Planta baja. Con casi seiscientos objetos expuestos, es la colección arqueológica más rica del país.

Neolítico. Contiene, en particular, los descubrimientos de la misión franco-albanesa del sitio de la lacustre ciudad de Maliq (cerca de Korça), que atestiguan una cultura floreciente entre mediados del siglo IV y el 2600 a. C.

Cultura iliria. Los objetos y monedas de los reyes ilirios, que datan del siglo IV al III. a. C., indican el fuerte desarrollo económico y urbanístico de los ilirios: las monedas de plata y de bronce con el nombre de los reyes en relieve proceden de los sitios de Durrës, Apolonia, Shkodra, Búlice y Amantia.

Cultura griega. Aquí es donde se agrupan las esculturas más bellas del país, incluidas las procedentes de Apolonia (siglo VI a. C.). Observe también el mosaico de la Belleza de Durrës (siglo IV a. C.), el busto de Artemis (siglo III a. C.), la representación antropomórfica del río Vjosa (del siglo III o II a. C.), las vasijas decorados con cifras rojas, etc. La obra maestra del museo es la Diosa de Butrinto (siglo I a. C.), busto de mujer esculpido que encarna el ideal griego de la belleza física, tan perfecta que inspiró a artistas romanos durante siglos. Por último, los objetos del período helenístico (siglo III a. C.) procedentes de las tumbas de la Baja Selca (cerca de Pogradeci) ocupan un lugar importante.

Edad Media

Primera planta. La historia de Albania entre los siglo VI y XV d. C.

Pórtico del monasterio de Jovan Vladimir. Esta estructura de piedra data del periodo del principado de Albania (1368-1392). Originalmente situado cerca de Elbasani, lleva el emblema heráldico del príncipe Carlos (Karl) Topia. La exposición presenta otros objetos procedentes de iglesias medievales y una parte de un fresco de la iglesia de Vau i Dejës (siglo XIII), cerca de Shkodra, que se demolió en 1967 durante la campaña atea.

Epitafio de Gllavenica. Es el objeto más valioso de la colección. Se trata de una sábana de seda, lino y oro bordada en Ballsh por un monje llamado Savia hacia 1373, que simboliza el Santo Sudario de Cristo y que se utiliza en las procesiones del Viernes Santo ortodoxo. Considerado uno de los más bellos ejemplares de este tipo en los Balcanes, está decorado con una representación de Cristo muerto, acostado en un sudario y rodeado de los retratos de la Virgen, de los cuatro evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) y de ángeles con alas desplegadas. Lo pidió Gjergj Araniti (1383-1462), señor del noroeste de Albania, aliado y rival de Gjergj Kastriot Skanderbeg (1405-1468).

Skanderbeg. La mayoría de los objetos que se exponen aquí solo son réplicas, empezando por el casco del héroe nacional (el original se conserva en el Museo Kunsthistorisches, en Viena). Se trata de una réplica fiel del casco de metal blanco coronado por una cabeza de cabra de bronce con la mención «IN-PE-RA-TOR-BT», con rosas doradas intercaladas cada par de letras. Es el acrónimo de la frase latina Ihezus Nazarenus Principi Emathie Regi Albaniae Terrori Osmanorum Regi Epirotarum Benedictat Te («Que Jesús de Nazaret te bendiga, príncipe de Mat, rey de Albania, terror de los otomanos, rey de Epiro», ya que Mat era territorio de Skanderbeg).

Renacimiento nacional e independencia

Segunda planta. A pesar de la influencia de la cultura otomana, predominante en Albania, esta se ha pasado por alto. Cuatro siglos de historia que habrá que descubrir en otra parte; por ejemplo, en el capítulo Descubrir de esta guía.

Renacimiento nacional. En albanés, el término Rilindja Kombëtare corresponde al período que va de 1870 a la independencia del país en 1912. Este renacimiento está ricamente ilustrado con objetos originales: documentos, libros, fotos, banderas, armas, billetes de banco… Entre ellos destaca la bandera de Dëshira («Deseo»), asociación patriótica fundada en 1893 por la diáspora albanesa de Sofía (Bulgaria), que desempeñó un papel importante, junto con la imprenta Mbrodhësia, difundiendo textos e ideas nacionalistas en albanés.

Fan Noli y el rey Zog. Los grandes acontecimientos que marcaron la historia católica del país están expuestos aquí, desde la declaración de independencia de la Asamblea Nacional de Vlora el 28 de noviembre de 1912, hasta la inacción italiana de 1939. Hay un lugar importante dedicado a Fan Noli (1882-1965), obispo ortodoxo convertido en Primer Ministro y regente del Principado de Albania en 1924. Y casi una sala entera dedicada al rey y dictador Zog (un buen servicio de plata), muerto en el exilio en 1961.

Sala de los iconos

Segunda planta. Bajo máxima seguridad, contiene setenta obras de todos los grandes nombres de la pintura religiosa ortodoxa albanesa entre los siglos XVI y XIX.

Onufri. Es el pintor más grande de arte religioso albanés y el primer artista en firmar sus obras en el siglo XVI. Solo está representado por un pequeño icono en mal estado situado en el centro de la sala, Entrada al templo de la Madre de Dios. Pero Onufri fue el fundador de la denominada escuela de Berat, representada en esta sala con el trabajo de otros miembros, a excepción de su hijo, Nicolas Onufri.

Onufër Qiprioti. Se reúne una decena de sus obras aquí. Entre ellas figura una Virgen Odigitria (de entre los siglos XVI y XVII) con su maforii (vela de color rojo frambuesa), reliquia que el pintor representó por primera vez en el arte pictórico oriental. Esta imagen sagrada proviene de la iglesia de San Nicolás de Saraqinishta, cerca de Gjirokastra. De la misma iglesia procede el gran cuadro del Tránsito de María. Observe dos detalles comunes en la escuela de Berat: Cristo con un recién nacido que representa el alma de la Virgen envuelto; y bajo el cuerpo de esta, el arcángel Miguel cortando las manos del judío Jefonías. Este último, símbolo de la aversión entre las dos religiones del Libro, acabará lamentándose y adhiriéndose a la nueva fe.

Kostandin Shpataraku. Seis de sus obras, de ejecución bastante clásica, están repartidas por la sala. Dos de ellas se han instalado en el iconostasio parcialmente conservado, situado en la pared del fondo. Se trata de una Virgen con Niño y un Cristo Pantocrátor realizados en 1693 para la iglesia de San Jorge de Kosova (15 km al este de Lushnja, entre Durrës y Berat). Parcialmente dañado por un incendio en 1944, el iconostasio procede del monasterio de San Juan Vladimir, cerca de Elbasani. El maestro tallador Dhimitër Koleci, de Korça, lo realizó entre finales del siglo XVIII y principios del XIX.

Kostandin y Athanas Zografi. Dos iconos de los hermanos «Pintores» (el sentido de la palabra en griego) están entre los más bonitos de la sala. Datan de 1786 y proceden de la iglesia de San Nicolás de Perondi (12 km al norte de Berat). En la pared derecha, observe el magnífico reencuentro de los arcángeles.

Gjon y Gjergj Çetiri. Esta otra pareja de hermanos de la escuela de Berat firman aquí un icono de san Jorge derrotando al dragón realizado en el siglo XVIII para la iglesia de la Virgen del monasterio de Ardenica. Simboliza la victoria de la fe sobre el mal, un tema que comenzó a extenderse en Oriente después de la captura de Epiro y Albania por parte de los otomanos en el siglo XIV. Aprecie los dos detalles de los iconos de la región. Primero lo que se presenta como una «princesa» salvada por el santo. En realidad, se trata de santa Isabel, la madre de san Juan Bautista. Considerada de sangre real, es una evocación de la nobleza local sometida al yugo otomano. El otro elemento original es el joven sirviente a lomos de un caballo. Está vinculado a otra leyenda: se atribuye a san Jorge la liberación de un niño de la isla griega de Lesbos al servicio de los invasores árabes del siglo IX.

Otros artistas dignos de mención. Los iconos de David Selenica, miembro destacado de la otra gran escuela albanesa de arte religioso, la de Korça. Fíjese en la magnífica Entrada de la Madre de Dios en el templo. Por último, entre las pocas obras anónimas, figura una representación de la última cena en Albania. El arte de la mesa otomana está integrado en el episodio bíblico: no solo la mesa redonda (el yer sofrası, mueble turco por excelencia), sino también el uso del tenedor, aún poco difundido en Occidente, pero totalmente normal en Oriente.

Otras colecciones del museo

Folklore. Primer piso. Una exposición de 250 objetos presenta los trajes tradicionales de las diferentes regiones del país del siglo XIX y XX, así como 32 trajes tradicionales de los arbereches (o arbëresh), comunidad albanesa establecida en Italia desde el siglo XV.

Lucha antifascista. Segunda planta. Sobre la historia del país desde el fin de la ocupación italiana de Vlora en 1920 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945.

Período comunista. Primer piso. Conmovedor, está formado por objetos personales de las víctimas del régimen.

Madre Teresa. Primer piso. Una minicolección creada en 2014 con ocasión de la visita del papa Francisco a Tirana.