PUENTE CASTELLS Y CAPILLA DE NARBONA
Cómo llegar y contactar
En el km 263 de la ruta 21, sobre un río llamado arroyo de las Víboras, se cruza un puente, el Puente Castells, construido en 1853. El 5 de julio de 1853, el gobierno de la República autorizó a la empresa Progresso de Montevideo, representada por Jaime Castells, a utilizar las aguas del río Víboras para la explotación de un molino de trigo.
Al año siguiente, se encargó a la misma empresa la construcción de un camino entre Carmelo y Nueva Palmira y de un puente sobre el citado río. Una vez construido, el molino funcionó poco tiempo, ya que su capacidad era excesiva para la producción local. Sus muros siguen en pie, llenos de encanto. También se pueden ver los restos de una desviación del río para abastecer de agua al molino. El puente, con sus 5 arcos de piedra, impresiona por su elegancia y solidez. Fue inaugurado en 1858. Un camino de piedra y arena nos conduce, trotando suavemente hacia la derecha, hasta las ruinas coloniales de la estancia y capilla de Narbona, situadas en lo alto de una pequeña colina rodeada de ombúes y talas. De regreso, la vista permite divisar la llanura, el camino y, a lo lejos, el Río de la Plata. La estancia de Narbona es uno de los testimonios más antiguos de la época colonial. Actualmente está clasificada como monumento histórico.
La Casona (la residencia). El edificio, construido longitudinalmente de este a oeste, es una sucesión de grandes habitaciones con ventanas que dan al sur y puertas que dan al norte. Su tejado, anteriormente cubierto de tejas, es alto. Los muros, de tamaño proporcional al del edificio, también son de tejas y alcanzan un metro de anchura. El edificio está coronado por una torre de tres pisos en el centro, cuyos muros tenían originalmente dos metros de espesor.
La Capilla. La capilla, construida en un estilo misional muy antiguo, te da la bienvenida desde su patio, ofreciendo una vista de lo que queda de su nave, la Virgen de la Candelaria, con sus grandes ojos mirando a las húmedas paredes, y finalmente el templo oculto en la oscuridad. Fue erigido el 16 de agosto de 1870 por varios montevideanos que debieron abandonar la ciudad a causa de una epidemia de fiebre amarilla. Agradecidos por haber escapado a la enfermedad, construyeron la capilla en señal de gratitud. Desde entonces, se celebra una misa cada 16 de mes.