Guía de viaje Parquee Nacional San Miguel

El Parque Nacional de San Miguel merece realmente la pena y no sólo por la fortaleza que alberga. En realidad, este parque es una reserva única y floral, un lugar místico que invita a la introspección y a la contemplación. Algunos dicen incluso que se han notado flujos magnéticos, como esos cuervos que vuelan por encima de las cumbres de los montes Vigia y Picado. Estas dos colinas se elevan a unos cien metros sobre el nivel del océano y ofrecen unas vistas despejadas de las vastas llanuras de Rocha y de Rio Grande do Sul (Brasil). Atravesando el parque, verás rebaños de vacas y caballos criollos. Los huéspedes pueden hacer una excursión en 4 X 4 y subir hasta las dos colinas. Este lugar es alucinante, místico, cubierto de una pieza de piedras volcánicas nacidas, de la fusión del magma (por eso estamos hablando de misticismo y de ondas magnéticas). Frente a semejante espectáculo, puedes ver también del lado de la laguna Merín, con frecuencia batida y con un contorno muy vago. Para continuar el descubrimiento del parque -bien en la tierra, esta vez- visita el magnífico Fortín (o Fuerte) de San Miguel.