PLAZA INDEPENDENCIA
Pocos años después de la independencia, la demolición de la fortificación emblemática de la ciudad colonial, la Ciudadela, fue ordenada por el Presidente Baltasar Brum para ampliar la ciudad y construir la actual Plaza Independencia. Esta última marca el límite entre la Ciudad Vieja y el centro moderno, que comienza con la Avenida 18 de Julio. En el centro de esta última se erigió un monumento a la gloria del general José Gervasio Artigas, donde una imponente estatua de 30 toneladas y 17 metros de altura lo representa montado en su caballo. Fue realizada por el escultor italiano Angelo Zanelli en 1923. No olvide bajar las escaleras para descubrir el impresionante mausoleo de Artigas, un espacio subterráneo estalinista bajo la plaza, construido íntegramente en hormigón y decorado con grabados que rinden homenaje al padre de la patria. Sus cenizas reposan en este moderno espacio, construido durante la dictadura, y están custodiadas por dos soldados del regimiento Blandengues. En las paredes se representan episodios de la vida del héroe y del nacimiento de la República. En este monumento flota una pequeña atmósfera de La Guerra de las Galaxias que no se sospecha desde la superficie, y que sigue siendo muy poco frecuentado. Alrededor de la plaza se encuentran el Palacio Estévez, el Palacio Salvo, la Puerta de la Ciudadela y la Torre del Ejecutivo, lugar de trabajo oficial del presidente. Por último, es interesante señalar que se trata de la única gran plaza del continente que no está presidida por una iglesia católica.