Guía de viaje Usakos

Esta pequeña ciudad también tuvo su apogeo gracias al ferrocarril. Usakos, cuyo nombre significa "agarrado por el talón", fue la capital del ferrocarril hasta 1960. Hoy en día, ha perdido parte de su prestigio y se conforma con exhibir frente a su estación una vieja locomotora (la N 40) construida en Alemania en 1912. También hay una iglesia que data de 1905 y un monumento dedicado a los combatientes de la Segunda Guerra Mundial. Al norte de Usakos y Karibib se encuentra una cadena montañosa de origen volcánico: los Montes Erongo. Tras las últimas erupciones de hace unos 150 millones de años, el volcán colapsado se llenó de material ígneo que formó un núcleo de granito veteado de piedras cristalizadas. La erosión creó las montañas de Erongo, conocidas por sus originales formas, sus numerosas cuevas y las pinturas rupestres que se encuentran en sus paredes de granito (entre ellas el Elefante Blanco del primer milenio, accesible en la granja de Ameib). Estas enormes y redondas rocas de granito recuerdan en cierto modo a las famosas colinas de Matopos, en el suroeste de Zimbabue. Las famosas formaciones rocosas de Spitzkoppe también están cerca de Usakos y pueden ser una excursión de un día.