Cuando las frutas dan el mejor de los néctares suizos, el brandy de la destilería Morand cuenta una verdadera historia.
¿Se puede vivir sin brandy? Cada aguardiente tiene su lugar especial. La pera Williamine encontró su hogar en el Valais, en Martigny, donde André Morand empezó en los años 40 a extraer de esta fruta sus aromas y fragancias esenciales y reunirlos en un aguardiente que hoy es mundialmente famoso. Morand ha ampliado su gama con una versión dulce de su Williamine y Abricotine, dos licores de aguardiente muy equilibrados que combinan de maravilla con una tabla de quesos, por ejemplo. La tienda de la destilería permite descubrir toda la gama de productos Morand en un marco auténtico y arbolado, a dos pasos de la Fundación Giannada y del encantador casco antiguo de Martigny. Siropes, licores, aguardientes... desde hace más de 70 años, la empresa ha forjado su reputación y ha desarrollado sus competencias y especialidades. Entre sus productos destacan el licor de génépi y una gama de productos ecológicos, tanto alcohólicos como no alcohólicos (infusiones, por ejemplo). Esta destilería tradicional combina técnicas antiguas y modernas, siempre respetuosas con el medio ambiente, en particular practicando la agricultura integrada. Una DOP del Valais que no hay que perderse y una tienda que no hay que dejar de visitar. La oficina de turismo organiza visitas guiadas a la destilería de Morand todos los sábados por la mañana (imprescindible reservar). Se trata de una visita muy interesante y auténtica, en la que se recorren los alambiques llenos de aguardiente.
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