Guía de viaje Lavaux

Desde Ouchy se divisan los largos viñedos escalonados frente al lago y los Alpes. Es un paisaje sorprendente que separa las grandes aglomeraciones de Lausana y Vevey-Montreux. La historia de esta región, inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2007, se remonta al siglo XII. A lo largo de los siglos, el hombre ha sabido modelar un entorno duro, transformándolo en una obra de arte.Debido a las fuertes pendientes, que van del 13 al 43%, los viñedos de Lavaux están construidos en terrazas. A lo largo de 800 hectáreas, las viñas y los bajos muros de piedra discurren en largas hileras paralelas a la carretera y al lago, alcanzando los 18 km de longitud, o incluso más si se cuentan los desbordamientos de los lados de Lausana y Vevey-Montreux.Lavaux es famosa por su vino, que debe a la riqueza y diversidad de su suelo y a los "Tres Soles": el que viene del cielo, el que refleja el lago Lemán y el que los bajos muros de las terrazas han almacenado en forma de calor. El microclima de este lugar, muy suave gracias al lago, permite elaborar una amplia gama de vinos. La mayor parte de la uva se vendimia a mano, ya que las fuertes pendientes y el espacio reducido impiden la mecanización. Sólo se utiliza un monorraíl de cremallera para deslizar un asiento y los carros de uva. En la empinadísima ladera de Dézaley se ha instalado un funicular. Este soberbio escenario ha inspirado a numerosos artistas, entre ellos Gustave Courbet, y ha servido de telón de fondo para varias películas, entre ellas Merci pour le chocolat, de Claude Chabrol (2000).