Sitios arqueológicos artesanales científicos y técnicos para visitar Ginebra

Algunos ginebrinos lo han olvidado, pero está ahí Desde 1962, este reloj marca cada día las horas con una melodía tradicional ginebrina. Para acompañarla, un desfile de 13 carrozas y 42 figuras de bronce recrean los acontecimientos del 12 de diciembre de 1602, fecha clave en la historia de Ginebra, cuando los ginebrinos rechazaron los asaltos de las tropas del duque de Saboya. Una creación de Edouard Wirth, relojero, con decoraciones pintadas y esculturas de bronce de artistas ginebrinos. Una visita inusual para ver una obra de artesanía local.

En el pasado, era un bastión perteneciente a las fortalezas de la ciudad. En 1585, vigilaba el puerto de Ginebra. Luego se utilizó para construir y reparar barcos, y más tarde sirvió como almacén de cuarentena, antes de ser rebautizada como Ile Rousseau en 1834 en honor al famoso escritor ginebrino. Su estatua se encuentra en el centro de la isla, que desde entonces se ha convertido en un lugar de paseo. Es una agradable parada en el lago, y se puede hacer una pausa para admirar los famosos patos y cisnes y comer en el quiosco.