Guía de viaje Bolama

Con su aire de pueblo fantasma y sus bonitas casas de estilo colonial, la mayoría en ruinas, Bolama desprende una atmósfera atemporal. Bolama, antaño capital de la Guinea portuguesa, bien merece una visita por sus vestigios históricos, su exuberante entorno natural y sus playas de arena fina. Pasear por las estrechas calles de Bolama nos transporta a una época en la que era un próspero puesto comercial portugués. Muchos grupos étnicos se asentaron aquí (mancagnes, manjaks, peuls, etc.), convirtiéndola en una capital cosmopolita. Cuando la capital se trasladó a Bissau en 1949, Bolama se convirtió en una sombra de lo que fue. Aunque hoy en día la ciudad está prácticamente en ruinas, aún quedan algunos puntos de interés que llaman la atención. En el puerto, destaca la impresionante escultura de una viga y un ala rota. Fue erigida bajo el régimen de Mussolini en honor de los pioneros italianos de la travesía transatlántica caídos en Bolama. En el paseo marítimo, encontrará también la antigua piscina municipal, de dimensiones olímpicas, hoy completamente abandonada. En la plaza principal, admire el antiguo ayuntamiento (1919), con sus columnas griegas, que lamentablemente corre peligro de derrumbarse. El cementerio merece una visita por sus antiguas tumbas y su frondosa vegetación.