LAGO SAMAYA Y PUEBLOS

Este lago de presa, con los acantilados del monte Gangan como telón de fondo, está rodeado de numerosos pueblos pequeños, aislados entre sí por los brazos del lago. Los domingos, día de mercado semanal, todos los habitantes de la zona se reúnen en Samaya para intercambiar sus productos y mercancías. El lago es entonces el escenario de un vals de piraguas que convergen en el mercado. La acogida en los pueblos es cálida y amable, especialmente en Walyah. Alojarse allí durante unos días para compartir la vida cotidiana de los habitantes es la garantía de pasar momentos únicos e inolvidables, con toda sencillez. La mayoría de las veces se puede llegar en piragua. También hay un pueblo escondido en un cañón con edificios antiguos, restos de una base agronómica de la época colonial. La zona es ideal para el senderismo, con muchas cascadas y piscinas naturales en las que refrescarse. Se puede nadar en el lago y bucear desde las numerosas rocas que bordean o emergen del lago. ¡Un edén a pocas horas de Conakry! También hay dos monasterios en los alrededores, uno creado por monjas benedictinas que acoge a los visitantes (alojamiento y restauración), y el otro por frailes. Tenga en cuenta que en la zona hay varios lagos muy próximos entre sí. Al alojarse en el Monasterio de la Santa Cruz, podrá descubrirlos, así como los pueblos de los alrededores, durante fáciles y relajantes paseos.