MUSEO DE LOS PRÍNCIPES CZARTORYSKI
Si hay una visita que debe hacer, es ésta. Una sublime colección de objetos procedentes de toda Polonia.
El Museo Czartoryski es uno de los mejores museos de Cracovia y su colección histórica es sin duda una de las más completas de Polonia. Si no le gustan los museos o no tiene tiempo o ganas de visitar varios durante su estancia, el Czartoryski es el que debe visitar. La razón es sencilla: sus objetos se encuentran entre los más bellos y mejor conservados de Europa, su colección es extremadamente diversa y abarca todas las épocas, su museografía es moderna y consigue transmitir (al menos en parte) el valor de las piezas expuestas y, por último, pero no por ello menos importante, alberga una gran obra maestra del arte renacentista: La joven del armiño, de Leonardo da Vinci (además de un Rembrandt, totalmente eclipsado por el maestro italiano). El Czartoryski exhibe más reliquias reales que los castillos de Wawel, armas y armaduras más hermosas que el Museo de Historia, objetos religiosos más bellos que el museo dedicado a ello, trofeos y una tienda de campaña turca mucho más impresionantes que los del Museo Oriental de Wawel... en fin, ya me entiende. La excepcional calidad de los Czartoryski proviene de... los Czartoryski, una familia principesca, influyente y rica en los últimos años de la independencia del Reino de Polonia. Izabela Czartoryska, gran patriota, mecenas de las artes y personalidad fascinante, decidió crear un museo en 1792 (algunas de las piezas expuestas son más recientes que el museo que las alberga) para proteger el patrimonio cultural e histórico de su país. La colección inicial creció con los años y no se abandonó cuando murió Izabela, ni cuando tuvo que ser trasladada a Francia cuando los rusos invadieron una Polonia que se había atrevido a plantarles cara. La colección del museo fue transferida por primera vez al Estado ruso en 1870, y luego vendida por segunda vez a la ciudad de Cracovia en 2017, lo que explica la inusual redundancia de muchas de sus exposiciones. A pesar de este traspaso, no se planteó disgregar la colección ni dispersarla entre otros museos. La riqueza actual de las exposiciones nos habla tanto de la historia del país como de la determinación de los polacos ante la adversidad y su lucha constante por la independencia a lo largo de dos siglos. Por eso, la exposición principal comienza con un homenaje a la familia Czartoryski. Una visita obligada