Guía de viaje Kirkenes

El pequeño puerto, cercano a Murmansk, normalmente sumergido en la niebla, alberga algunas viejas carracas de otra época que izan la bandera rusa. Los cascos están oxidados y las pasarelas retorcidas. La ciudad puede parecer una breve escala en el camino hacia fiordos más agradables, el final de un viaje desde Oslo o el comienzo de uno a Bergen, pero merece mucho más que una breve visita. Los alrededores resumen todo lo que el Lejano Norte puede ofrecer. A 70 km al sur de Kirkenes confluyen tres fronteras: la rusa, la finlandesa y la noruega. También hay tres tipos de vegetación: taiga, estepa siberiana y flora ártica, con temperaturas que oscilan entre -52 °C y +32 °C. Podrá observar osos pardos, renos en libertad y, si alquila una canoa en el río Pasvik, curiosas focas...  Cuando se llega desde una gran ciudad, es difícil entender este pueblo, su ambiente, su naturaleza y su gente. Por otro lado, es el final perfecto para un largo viaje hacia el Norte: aquí, se necesita tiempo para contemplar.