RESIDENZ

Esta gigantesca Residenz fue el corazón del poder y el hogar de los soberanos de Baviera desde el siglo ^XVI hasta 1918, que marcó el final de la guerra y el fin del reinado y la hegemonía de los todopoderosos Wittelsbach. Originalmente era mucho más pequeño de lo que es hoy, pero los soberanos de la dinastía se esforzaron por hacerlo cada vez más grande y suntuoso. Esto explica que haya tantos estilos diferentes en el palacio: renacentista, barroco, rococó y neoclásico. Es un verdadero palimpsesto arquitectónico. Cada soberano ha dejado su huella. El rey Luis ^I encargó a su arquitecto residente, Leo von Klenze, que diseñara la Königsbau (Morada del Rey) y la Festsaalbau (Sala de Fiestas), inspiradas en la arquitectura del Palacio Pitti de Florencia (Italia). Una vez más, la Segunda Guerra Mundial dejó su huella en el edificio, que tuvo que ser reconstruido a un gran coste. Hoy en día, el Museo de la Residenz es una de las principales atracciones de la ciudad, y un recorrido por las distintas salas en fila nos transporta en el tiempo a la historia de Baviera y de la Casa de Wittelsbach. La restauración y reconstrucción de la Residenz continúa hasta nuestros días. Recientemente, la Gelbe Treppe (escalera de mármol amarillo) se reconstruyó según los planos originales y se abrió al público en junio de 2021.

Ahnengalerie y Porzellankabinett. Al convertirse en Elector en 1726, Carlos Alberto (Karl Albrecht en alemán) encargó inmediatamente a su arquitecto de corte, Joseph Effner, que se había formado en Francia, el diseño de una galería de antepasados. Más de 100 retratos de miembros de la familia Wittelsbach se exponen aquí en los paneles dorados de la galería. El objetivo era llamar la atención y mostrar las diversas conexiones de la dinastía. La sala contigua, ricamente decorada, alberga desde principios ^del siglo XX una colección de porcelana.

Antiquarium. Es la sala más antigua de la residencia y, sin duda, la más bella del palacio. El duque Alberto V (Albrecht V) la mandó construir entre 1568 y 1571 para albergar su colección de esculturas antiguas, de ahí el nombre de Antiquarium. Tras su muerte, esta soberbia sala renacentista se convirtió en salón de banquetes.

Reiche Zimmer. Estas "salas ricas" fueron diseñadas en estilo rococó por François Cuvilliers (que también construyó el teatro que lleva su nombre). Fueron encargados por el príncipe elector Carlos Alberto. La sala de desfiles muestra su interés por los castillos de estilo francés, cuyo estilo ceremonial no siguió.

Königsbau. Inmediatamente después de tomar el poder en 1825, el rey Luis ^I emprendió una ampliación a gran escala de la residencia. En 1826, el arquitecto Leo von Klenze comenzó las obras de un nuevo palacio residencial en la parte sur del complejo de la Residencia. El amor de Luis por Italia y el Renacimiento determinó el estilo de la ampliación, en particular la fachada de la plaza Max-Joseph-Platz, que Klenze diseñó utilizando elementos del Palacio Pitti y el Palacio Rucellai de Florencia. El nuevo edificio se terminó en 1835. Impresionan los pisos simétricamente dispuestos de la reina Teresa y el rey Luis ^I, con sus respectivos salones del trono.

Schatzkammer La mundialmente famosa colección de joyas y objetos de plata, esmalte, cristal y marfil de la residencia muniquesa, que hoy cuenta con más de 1.200 piezas individuales, es el resultado de la secular pasión de los soberanos bávaros por el coleccionismo. La colección del duque Albrecht V, primer gran mecenas y coleccionista de arte de la Casa de Wittelsbach, fue ampliada por su hijo, el duque Guillermo V, y su nieto, el príncipe elector Maximiliano ^I. Los electores Maximiliano Manuel, Karl Albrecht y Maximiliano III José continuaron ampliando la colección. De particular interés es la notable colección de objetos litúrgicos y relicarios adquiridos por Guillermo V y Maximiliano ^I. Las obras de arte individuales de esta colección fueron transferidas al Tesoro en 1958. El Tesoro se reabrió en su forma actual el 21 de junio de 1958 en diez salas de la planta baja del Königsbau.

Bronzesäle Con más de cuarenta esculturas de bronce de finales del siglo ^XVI y principios del ^XVII, el Residenzmuseum posee una de las colecciones más ricas del arte europeo del bronce de los periodos manierista y barroco temprano. En la actualidad, los dioses y héroes de bronce que antaño adornaban los jardines, fuentes y fachadas de la residencia han sido sustituidos por copias in situ. Desde 2015, los preciosos originales se exponen en las primeras salas barrocas de la planta baja, al noroeste del patio imperial de la residencia. En pocos años, los escultores formados en Florencia Hubert Gerhard y Carlo di Cesare del Palagio llevaron la escultura en bronce a un alto nivel en la corte del duque Guillermo V, seguidos por artistas locales como Hans Krumpper y Georg Petel bajo Maximiliano I^. Los bronces del Museo de la Residencia, como el semidiós Perseo, las figuras de la Fuente de Wittelsbach y el Tellus Bavarica, ilustran de forma impresionante las ambiciones políticas de la familia Wittelsbach durante la Contrarreforma y en vísperas de la Guerra de los Treinta Años. Son un recuerdo de uno de los periodos más formativos de la historia de Baviera.