Promenade le long du Danube. (c) shutterstock - trabantos.jpg
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Viena, una "ciudad verde"

La capital austriaca es literalmente verde. Alberga granjas urbanas, 700 hectáreas de viñedos, un parque nacional a lo largo del Danubio y más de 1.600 hectáreas de jardines y parques, que conservan una asombrosa biodiversidad. También encontrará un baño gratuito en plena naturaleza, accesible en transporte público o en bicicleta. Hay varias rutas de senderismo que le llevarán a pasear por los viñedos.

Parque Nacional del Donau-Auen: situado en parte en la ciudad de Viena, protege los ecosistemas del valle del Danubio, especialmente el Lobau. La "selva vienesa" o llanura pantanosa alberga una biodiversidad excepcional, incluidas algunas especies amenazadas. Los entornos son muy variados: pantanos, laderas secas, cañaverales y brazos sin salida. Las rutas a pie y en bicicleta permiten descubrir este espacio natural, que también fue escenario de batallas napoleónicas en 1809.

Isla del Danubio el segundo río más largo de Europa, , cuenta con una isla de 21 kilómetros de longitud, escala de muchas aves migratorias. Hay 180 hectáreas de bosque, amplias zonas de césped, dos playas para nadar e instalaciones de ocio.

Viejo Danubio (El Alte Donau: antiguo brazo del Danubio, creado para evitar el riesgo de inundaciones, esta zona es uno de los lugares más populares de Viena para nadar, practicar deportes acuáticos y relajarse junto al agua. Está rodeado de jardines y es accesible mediante un paseo en bicicleta muy agradable.

Augarten el parque es el jardín barroco más antiguo de la capital, con grandes parterres y caminos plantados. El parque tiene una rica historia. Mozart dirigió aquí el primer concierto.

Jardín botánico: contiguo al Parque del Belvedere, es un lugar con mucho encanto para estudiar botánica y disfrutar de la tranquilidad. De marzo a finales de agosto, se puede visitar el notable Jardín Alpino de al lado.

Otros lugares de interés son el Prater de Viena, los jardines del Palacio de Schönbrunn, el Parque del Palacio Belvedere y el Cementerio Central, que, además de ser el lugar de descanso final de famosos músicos, alberga una gran cantidad de fauna.

Una ciudad que promueve la movilidad suave

La movilidad suave promueve la calidad del aire y la salud de las personas y el planeta. En 2017, un fallo judicial basado en la protección del clima puso fin a la construcción de una tercera pista en el aeropuerto de Viena-Schwechat. La capital austriaca es fácilmente accesible por tren y/o bicicleta. Una conexión abierta en junio de 2020 ofrece un servicio de tren nocturno dos veces por semana entre Bruselas y Viena. Viena es la ciudad de la UE con más trenes nocturnos. Esta estrategia se basa, en particular, en la adquisición por parte de la empresa ferroviaria austriaca de la filial alemana de trenes nocturnos. La ambición es seguir ampliando la red, que actualmente tiene 27 líneas. Una vez que llegue a su destino, 1.400 km de senderos y pistas para bicicletas le permitirán descubrir la ciudad desde ambos lados. Viena tiene un sistema de bicicletas de autoservicio (citybikes). También encontrarás alquileres de bicicletas eléctricas, y en la ciudad hay estaciones de carga gratuitas para las baterías. La ciudad también puede ser descubierta a pie o a través de su altamente eficiente sistema de transporte público. También debes saber que la ciudad ha fomentado los coches de baja o nula emisión: coches híbridos, o "taxis verdes" que puedes pedir directamente. También hay paseos nocturnos en patines, que es otra forma bastante amistosa de descubrir la ciudad (Fridau Nightskating). En junio de 2020, el Ministro de Medio Ambiente presentó un ambicioso plan de transición ecológica. Entre las medidas propuestas estaba una tarifa plana de 3 euros diarios para el uso ilimitado de todos los transportes públicos del país.

Gestión ejemplar del agua y los desechos

Después de una bocanada de aire fresco, pruebe el agua de la ciudad, directamente de las montañas alpinas. Puedes saciar tu sed en una de las 900 fuentes públicas de la capital. Viena también tiene un muy buen sistema de alcantarillado, que contribuye a la salud de sus ríos y lagos. Los pesticidas también están prohibidos en la ciudad. El país introdujo la recolección de desechos en una etapa relativamente temprana y ya está bien establecida en las mentalidades del país. Actualmente se estima que el 59% de los residuos se reciclan, una de las tasas más altas entre las ciudades europeas.

Viena y el cambio climático

Austria se ha fijado el objetivo de ser neutral en cuanto a emisiones de carbono para 2030. El tráfico de vehículos y camiones es una cuestión clave en la lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero del país. Además de las acciones relacionadas con la movilidad mencionadas anteriormente, Viena ha puesto en marcha medidas para restringir el uso de calderas de combustibles fósiles en las nuevas viviendas al 20%, y para promover la calefacción urbana (red de calor) y las energías renovables. En el nuevo barrio de Seestadt Aspern, la ciudad cuenta con un edificio de ocho plantas totalmente de madera, el Hoho, el primer edificio de este tipo en el mundo. Además, el edificio Wohnprojekt, construido en 2014, sigue siendo un ejemplo de vivienda participativa.

Para el consumo responsable

Sabemos que el mejor desperdicio es el que no producimos. Si la lógica ambiental conduce inexorablemente a un menor consumo, sin embargo, encontrará signos ecológicos en Viena para vestirse o comer. Muchos restaurantes ofrecen comida orgánica y/o vegana. También puedes encontrar tiendas que ofrecen prêt-à-porter "sostenible". Entre ellos se incluyen ropa y accesorios garantizados sin plástico, ropa hecha con productos locales y de comercio justo, con materiales orgánicos o reciclados. También puedes encontrar ropa "ecológica" para tus queridas cabezas rubias, estampada con la etiqueta Pagabei vienesa.