PARQUE ARQUEOLÓGICO

Parque diseñado para proteger las antiguas ruinas, con paneles explicativos.

Cueva de la Sibila. Tallado en la toba, este dromos trapezoidal -un largo pasillo- de 130 m tiene 6 galerías laterales abiertas sobre el mar. La Sibila, una virgen profética, pronunciaba allí sus oráculos. Su culto se abandonó oficialmente a principios del Imperio (siglo I a.C.). Virgilio la evoca en La Eneida: "Sin embargo, el noble Eneas sube a las alturas donde reina el gran Apolo y consigue el retiro de la temible Sibila, una guarida monstruosa donde el dios de Delos insufla a su sacerdotisa su poderoso pensamiento, su voluntad y le descubre el futuro... La enorme ladera de la montaña de Cumas está tallada en forma de guarida; a ella conducen cien amplias avenidas, cien aberturas de las que escapan como otras tantas voces las respuestas de la Sibila. Habíamos llegado al umbral cuando la virgen gritó: "Es el momento de cuestionar los destinos: ¡el dios! ¡Aquí está el Dios! "' Al pronunciar estas palabras ante las puertas, cambió su rostro, cambió su color, el orden de sus cabellos se deshizo, su pecho jadeó, su corazón feroz se hinchó de rabia; pareció crecer y hablar con una voz más humana: porque sintió el aliento y la aproximación del dios..." (Virgilio, La Eneida, Libro VI).

Cripta romana. Obsérvese el pasaje subterráneo que unía la parte baja de Cumas con el puerto. Con 180 m de longitud y 5 m de altura, la galería está iluminada por tragaluces oblicuos.

Acrópolis. Sitio que alberga los templos dedicados a los panteones griego y romano. En la terraza inferior se encontraba el templo de Apolo, que, según la leyenda, fue construido por Dédalo. Sus ruinas están ocultas bajo los restos de la iglesia cristiana primitiva construida en su lugar en el siglo V. Con vistas al complejo, imagina el templo de Júpiter, también transformado en basílica en el siglo V d.C., del que sólo queda el contorno del podio⁽ siglo^V a.C.). No se pierda el hermoso panorama desde la cima de la acrópolis.

Foro. En la ciudad baja (fuera del parque). En el corazón de la gran plaza rectangular se encontraba antiguamente el Capitolio (siglo IV). El torso de Zeus-Júpiter, expuesto en el Museo Arqueológico de Nápoles, procede probablemente de él. Alrededor del foro, se observan las ruinas de un segundo templo y de un gran edificio público. Al norte se encuentran los baños del siglo II.

Tumba de la Sibila y anfiteatro. A pocos pasos del foro (entrada independiente), vea las ruinas de las termas con un título evocador, y luego los restos del anfiteatro.