MUSEO DE LA COLEGIA
Un centro museístico excepcional con una basílica diseñada por los hermanos Solari.
La iglesia, el baptisterio y sobre todo el ciclo de frescos de Masolino da Panicale representan uno de los mayores testimonios de la transición del estilo gótico al renacentista (1422-1425). Este excepcional museo, situado en la cima de la colina sobre Castiglione, tiene una gran elegancia que recuerda a los pueblos toscanos. La visita comienza con la basílica, construida por los hermanos Solari, renombrados arquitectos que trabajaron en Milán, donde contribuyeron a la construcción del Duomo. Aquí, un espléndido Cristo en majestad adorna el tímpano de la iglesia; asombrosas representaciones de evangelistas están a sus pies. El coro está decorado con tres ciclos de frescos: de la Virgen, de San Esteban y de San Lorenzo. El ciclo de la Vida de la Virgen, de Masollino da Panicale, es sin duda el más bello por la suavidad de sus expresiones y el brillo de sus colores. La visita continúa en el baptisterio, al final del jardín, el punto culminante del recorrido. El interior está enteramente pintado al fresco con escenas de la Vida de San Juan Bautista, de Masolino da Panicale, una tras otra. La abundancia de detalles refinados y la maestría pictórica la convierten en una de las obras más logradas de Masolino. A lo largo de las paredes, los personajes de la historia bíblica se funden con los de la vida cortesana de la época del artista. En el Bautismo de Cristo, el río Jordán serpentea a través de un paisaje lombardo, mientras que el Banquete de Herodes tiene toda la pinta de ser una fiesta del siglo XV.