PLAZA DE ZACHARIÁŠ EN HRADEC
Nació en el cruce de dos vías de circulación, de ahí su curiosa forma trapezoidal alargada. Pero hoy sólo los peatones la recorren: el lugar es tranquilo, encantador. La ondulación permite ver la plaza de una manera diferente. Debe su complicado nombre al señor que construyó el castillo en el siglo XVI (su figura adorna las etiquetas y vasos de la cerveza local). Afortunadamente, no es necesario pronunciarlo correctamente para disfrutar de este lugar único. La larga arcada que recorre casi toda la plaza hace que el lugar sea muy atractivo. Cada casa merece ser detallada. Las fachadas renacentistas o barrocas se suceden, coloridas, a veces decoradas con esgrafiados y rematadas con frontones todos diferentes (triangulares, redondeados, puntiagudos, escalonados...), cada uno tan bello como el otro: podrá admirar magníficas pinturas en los pilares y orieles (por ejemplo en el n° 15 de la plaza), esgrafiados de la más bella factura (n° 61), trompe-l'œil (la inconfundible casa verde, toda retorcida y tan diferente de las demás), bossages (n° 12, 54 y 55), un verdadero placer para la vista. Algunas fachadas parecen desproporcionadas con respecto a los edificios que ocultan: por ejemplo, los números 47, 54 y 55. El ayuntamiento se encuentra en el lado oeste de la plaza. Se trata de un pequeño y hermoso edificio renacentista de 4 crujías, nacido de la unión de casas góticas. Al sur de la plaza, hay una columna de la peste y una fuente (siglo XVIII).