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En este local del centro de la ciudad, decididamente moderno, reina un espíritu gastronómico muy fusionado. En unos taburetes altos, se puede aprovechar el ventanal para observar la vida de la calle mientras se saborean versiones ligeras de clásicos checos, grandes ensaladas, hamburguesas, un salteado de cerdo teriyaki o, para los más atrevidos, quesitos de Olomouc, porque sea cual sea la receta, los productos son locales y cuidadosamente seleccionados por el chef. Todo ello en un ambiente casual y chic, bastante joven y animado los fines de semana.