CASTILLO DE ORLÍK (ZÁMEK)

Este elegante castillo domina la orilla izquierda del río Moldava, convertido en lago desde la construcción de una presa. La familia Schwarzenberg lo reconstruyó en el siglo XIX tras un incendio en estilo neogótico. El lugar merece por sí solo una visita, y el camino hacia el castillo ofrece un encantador paseo a lo largo del río Moldava, que se hizo accesible gracias a la construcción de la presa de Orlík. Del castillo gótico construido por Wenceslao II a finales del siglo XIII, hoy sólo queda una torre cilíndrica. El complejo original se amplió en el siglo XIV y de nuevo en 1407 y 1422. En 1508 fue destruida por un incendio y posteriormente reconstruida por los Švamberks. En el siglo XVIII se llevaron a cabo otras obras de envergadura, como la adición de un segundo piso. El castillo se convirtió en la finca de la segunda rama de la familia Schwarzenberg. Fueron ellos quienes decidieron la amplia reconstrucción de la casa (tras el incendio de 1802) en estilo neogótico entre 1849 y 1860 bajo la dirección del arquitecto B. Grueber. Muchas personas lamentan esta transformación radical. En las salas del castillo (de estilo neogótico e imperial) se exponen las ricas colecciones de la familia Schwarzenberg, entre las que destaca un gran número de armas de fuego de los siglos XVII al XX. La sala más bonita es sin duda la llamada "Teska", con sus techos decorados con tallas de madera. No olvide visitar el parque inglés que lo rodea, donde se encuentra el panteón de la familia Schwarzenberg.