PISOS ADOLF LOOS
Considerado un arquitecto genial en pleno movimiento funcionalista, Adolf Loos (1870-1933) dejó su huella en la arquitectura centroeuropea del primer tercio del siglo XX. Nacido en Brno, pasó muchas temporadas en Pilsen, donde las familias adineradas le pedían que rediseñara casas y pisos. Aunque muchos de ellos han desaparecido lamentablemente, algunas de sus creaciones son especialmente admirables y harán las delicias de los amantes de la arquitectura.
Pisos Vogl y Kraus. El piso de la familia Kraus está situado en el número 10 de la calle Bendova. Las formas y decoraciones minimalistas, un techo de caoba muy bien conservado, las paredes de espejo y los muebles empotrados marcan el tono y dan claras indicaciones del estilo de Adolf Loos. "El ornamento es el delito", solía decir, y es cierto que la mayor parte de la decoración la aportaban los propios materiales, su disposición y sus formas. El mobiliario, en cambio, evocaba los viajes del arquitecto por el mundo (taburete egipcio, silla vaquera, etc.). El comedor, con sus espejos enfrentados que se reflejan sin cesar y sus armarios empotrados, ¡es un modelo en su género! En los dormitorios, la distribución del espacio está totalmente pensada con un espíritu funcionalista y los muebles, muy bien conservados, empotrados en las paredes, desaparecen o aparecen según la apertura y el cierre de las puertas. Unos cientos de metros más adelante, en la calle Klatovská 12, se encuentra el piso del Dr. Vogl. Menos impresionante, ya que sólo quedan dos habitaciones, el salón es sin embargo extraordinario con sus paredes de travertino y, de nuevo, su juego de espejos.
Casa Brumel. En el número 58 de la calle Husova se encuentra una de las mejores realizaciones de Adolf Loos en Pilsen, que tiene la ventaja añadida de haber conservado gran parte de su mobiliario de época. Se trata de una extensión de un edificio con espacios amplios, bien divididos y organizados en los que se visitan sucesivamente la cocina, los dormitorios y el baño. Todo ha sido diseñado para ser práctico y funcional. También en este caso, la decoración es minimalista y la genialidad reside en la organización de las estancias y la lucha contra la pérdida de espacio, con grandes muebles, barras, armarios, etc., empotrados en los tabiques y materiales: espejos, travertino de Eslovaquia o tablas de madera noble para la decoración. El salón, con su monumental chimenea, cierra esta magnífica visita.