CASTILLO (ZÁMEK)
El baluarte cilíndrico es el único testimonio de la estructura gótica construida en el siglo XVI (1569). Todo el conjunto es renacentista, con una inclinación hacia el Renacimiento italiano en la parte del castillo y una influencia más nórdica en la arquitectura del jeu de paume y el pabellón de recreo (1602). El castillo es más famoso por sus brillantes arcadas renacentistas blancas, que son las más representativas de este estilo en Bohemia. Alrededor de 1700, el castillo fue remodelado por Alliprandi y un siglo más tarde fue rodeado por un gran parque inglés con un mirador renacentista (acceso libre al parque y al patio del castillo).
El interior (biblioteca, salas etnográficas) está ricamente amueblado e incluye una galería de obras de pintores italianos y holandeses, así como trofeos de caza, armas orientales y objetos exóticos. Destaca la importante colección africana y la galería dedicada a los indios americanos. El conjunto representa una de las colecciones más ricas y variadas del país. No hay que perderse la exposición de arte italiano de los siglos XVI y XVIII. Es una pena que las visitas sólo se hagan en checo (los visitantes extranjeros reciben una hoja de texto en inglés), ya que se pierden explicaciones y anécdotas fascinantes sobre el propio castillo. Sin embargo, el recorrido sigue siendo muy interesante.
A la salida, tómese el tiempo de detenerse en los hermosos jardines franceses con sus parterres bien diseñados y en el parque inglés con todos sus rincones rebosantes de vegetación.