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El castillo de Castelldefels, monumento del siglo X construido sobre restos ibéricos y romanos, domina con orgullo la ciudad de Castelldefels desde su posición en la cima de una colina a 59 metros sobre el nivel del mar. Utilizado durante siglos como fortaleza para defender el territorio de las invasiones árabes y los ataques de los piratas, la visita al edificio es una experiencia emocionante para cualquiera que visite Castelldefels y la región de Barcelona. Con una audioguía que le ayudará a entender su historia, una experiencia envolvente y unas vistas impresionantes del esplendor circundante desde los jardines y el mirador, aquí tiene 5 buenas razones para visitar uno de los castillos más emocionantes de la costa catalana

1- Un icono de la ciudad de Castelldefels

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Castelldefels es un gran lugar para detenerse a sólo 15 minutos al sur de Barcelona. Atrae a los amantes del mar y a los que quieren huir un rato del bullicio de la capital catalana, con 5 km de playas perfectas tanto para el relax como para los deportes acuáticos. Situada entre el mar y la montaña, la ciudad está dominada por un monumento de visita obligada: el castillo de Castelldefels, cuyos orígenes se remontan al siglo X. Este emblema de la ciudad ha tenido varias funciones. Fue una fortaleza que sirvió durante siglos para contrarrestar las invasiones árabes y los ataques de los piratas. A finales del siglo XIX, fue comprada y restaurada por Manuel Girona cuando estaba en ruinas. También se utilizó como centro de formación militar durante la Guerra Civil española, luego como cuartel para brigadistas internacionales y, finalmente, como centro de detención temporal para desertores e indisciplinados. El descubrimiento de su tumultuosa historia es fascinante para adultos y niños.

2- Una experiencia de inmersión

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El Castillo de Castelldefels ofrece una experiencia audiovisual de alta calidad para descubrir los grandes momentos que han marcado la larga vida del monumento. Un viaje en el que la historia y la tecnología se encuentran, y en el que los visitantes se mueven de sala en sala con su audioguía, disponible en francés y otros idiomas. Los elementos visuales y sonoros proporcionan una valiosa información sobre los acontecimientos históricos que han formado parte de la vida del edificio, cuya función fue inicialmente defensiva, antes de acoger las fiestas de la alta sociedad organizadas por el político y banquero catalán Manuel Girona, y de servir posteriormente como centro de formación y prisión

3- Piratia: una actividad para descubrir el mundo de la piratería

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Como se ha mencionado anteriormente, el castillo de Castelldefels fue utilizado como fortaleza para contrarrestar los ataques de los piratas en el pasado. Durante la visita al monumento, el público tiene la oportunidad de participar en la actividad Piratia, una atracción interactiva e inmersiva que lleva a ponerse en la piel de un marinero y revivir un ataque pirata en la costa de Castelldefels. Es una actividad familiar que también permite comprender mejor el contexto político y social en el que surgió la piratería a nivel local e internacional. Piratia es un viaje multisensorial al mundo de los piratas y sus secretos, que incorpora elementos audiovisuales, escenográficos, lúdicos e interactivos. Una experiencia histórica y divertida para toda la familia.

4- Una visita para toda la familia

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La visita al Castillo de Castelldefels es apta para todas las edades. Para los niños, que descubrirán juegos y experiencias interactivas que seguramente captarán su atención. Pero también para los padres, que disfrutan descubriendo un edificio con una historia fascinante con su audioguía. Incluye la visita a la Iglesia de Santa María, la parte más antigua del castillo, en la que se conservan las inscripciones de los antiguos prisioneros de la Guerra Civil española; la sala de maquetas, que muestra la transformación del castillo y su configuración a lo largo de los años; y las distintas salas que permiten al visitante ponerse en la piel de los miembros de la sociedad burguesa, cuando el edificio pertenecía a Manuel Girona. Destaca el Salón Noble, que conserva el aspecto de su última restauración en 1897. Tampoco hay que perderse la Sala de Esgrima, con sus cuadros del siglo XVIII y una ventana con vistas al Parque Natural del Garraf y a una antigua torre de 1734.

5- Visitar los jardines y las vistas excepcionales

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El Castillo de Castelldefels está rodeado de más de 7.000 m² de jardines y espacios verdes. Aunque la visita y las actividades en el interior son emocionantes, antes de explorar los demás tesoros de la zona, es importante dar un paseo por el exterior y relajarse en los verdes alrededores. Otra ventaja es que, al estar situado en lo alto de una colina, hay varios lugares que ofrecen unas vistas impresionantes de los macizos del Garraf y Collserola, la llanura de Barcelona, Montjuic, el Delta del Llobregat y la costa del mar. En el exterior del castillo también se celebran regularmente actos culturales. Por lo tanto, vale la pena seguir de cerca la agenda