Una agradable terraza panorámica con pérgola para este restaurante en el centro histórico, situado en el corazón de la torre Pesciolini, que data del siglo XIV. La estructura de esta dirección merece un desvío por sí sola. La habitación interior es enorme, de estilo medieval. En el menú, una cocina regional y, a su llegada, una cálida bienvenida. El cerdo con salsa de champiñones y todos los platos a base de trufas son las especialidades de la casa. Los precios que se cobran son un poco más caros que en otros lugares, lo que explica sin duda esta situación.
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Opiniones de los miembros sobre RISTORANTE LA GRIGLIA
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