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NAHR EL-KELB STELAE

Yacimiento arqueológico
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Nahr El Kalb Stone Carvings, Nahr El-Kelb, Líbano
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Historia

La barrera rocosa que se extiende al sur del valle del Nahr el-Kelb (río del Perro) ha sido durante mucho tiempo un obstáculo difícil de superar. Por lo tanto, desde la Antigüedad muchos conquistadores han grabado en la roca los relatos de sus hazañas. Una leyenda dice que un perro de piedra, situado encima de las gargantas, se ponía a gritar al más mínimo enfoque del enemigo, de ahí el nombre dado al río. Un lugar estratégico, este esmalte rocoso conoció hasta la última guerra de múltiples episodios sangrientos. La importancia del emplazamiento fue destacada en el siglo XIII por un viajero que dijo que sólo unos pocos podrían impedir que el mundo pasara por allí.

Hoy, los esteles que recuerdan los altos hechos de las tropas pasadas por allí empiezan a sufrir la erosión. Las más antiguas -del paso de Ramsés II y de su ejército (1276 a. C.)-siguen siendo difíciles de descifrar. Faraones, reyes de Assiria, griegos, romanos, árabes, franceses e ingleses han colocado su sello para inmortalizar su llegada, convirtiendo este paso en un verdadero libro de historia.

El emplazamiento de Nahr el-Kalb fue limpiado del hollín y de la contaminación en 2003. Se han gastado más de 200.000 US $ para rehabilitar los escalones que conducen a los sturos, poner paneles explicativos (trilingües) y navíos y forjar el sitio.

La proximidad de la autopista hace la visita atípica. El ruido es asombroso. Afortunadamente, una vez que se alcanza la cumbre del promontorio rocoso, se olvida un poco el bullicio de los coches.

Visita

Stèle 1. Esta estela, gravada por Nabuchodonosor II (605-562 a. J.), es muy difícil de descubrir, situada en la orilla derecha al pie del puente. Sus caracteres cuneiformes están más o menos ocultos bajo la vegetación.

Stèle 2. Texto árabe grabado en la roca por el sultán Seif Eddine (1421) frente al segundo puente y que atribuye su construcción al sultán Barqouq.

Stèle 3. Inscripción latina debida al emperador Caracalla (211-217).

Stèle 4. Entrada del general Gouraud y sus tropas en Damasco el 20 de julio de 1920.

Stèle 5. Stèle egipcia destruida para dar paso a una inscripción que conmemorará la expedición francesa de Napoleón III en el Líbano (1861).

Sthis 6, 7, 8. Reyes de Assiria. Estelas dañadas por el tiempo. Es difícil distinguir claramente los bajos relieves. La estela 8 ya no es visible.

Stèle 9. Situada en altura, recuerda la toma de Homs, Damasco y Alep por los ingleses, en octubre de 1918.

Stèle 10. Inscripción inglesa de la ocupación anglo-francesa de la región (octubre de 1918). Poco después de la estela 10, un pequeño camino sube al asalto rocoso y pasa por encima del túnel.

Sthis 11 y 12. Inscripciones griegas.

Stèle 13. Rey de Assiria.

Stèle 14. Ramsés II está representado con un prisionero arrodillado delante del dios Ra-Harakhte.

Stèle 15. Rey asirio.

Stèle 16. Ramsés II dispara a un prisionero por el pelo y lo sacrifica en presencia del dios Amon.

Stèle 17. Estela relativamente bien conservada del rey assirio Assarhaddon -el texto en escritura cuneiforme cubre el bajo relieve-relieve.

La visita de este lugar a la puesta de sol es mágica. En el nivel de los sturos 16-17, tendrás unas espléndidas vistas al mar y a Beirut.

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La estela 17 del rey asirio situado al final del recorrido es conmovedora ya que se puede dejar correr sus dedos a todos los detalles tallados por un escultor anónimo, hace unos 2600 años.

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