PETIT CAFÉ

El único interés de venir al Petit Café es la espléndida vista de la Cueva de la Paloma. A ciertas horas del día, el restaurante no se llena y por lo tanto es posible disfrutar de una mesa en el paseo marítimo. El café es limpio y atrae especialmente a una clientela que aprecia la narguile. Para disfrutar de una vista equivalente, es posible ir al Bay Rock Café que está adyacente al Petit Café. Y como su vecino, el Petit Café no brilla por la calidad de su cocina, que es bastante mediocre y demasiado cara, ni por su servicio.