PALAZZO PUBBLICO

Si va a San Marino debe visitar obligatoriamente el palacio público, el Ayuntamiento, aunque solo sea por un breve tiempo. Así podrá comprender las especificidades de la República y viajar a través de su pasado. Fue reconstruido en 1894 por el arquitecto Francesco Azzurri en estilo neogótico florentino sobre los cimientos de un primer edificio románico. Todos los días, cada media hora, es posible asistir al cambio de guardia, que dura entre tres y cuatro minutos, y en el que participan tan solo unos cuantos hombres uniformados, pero es un verdadero testimonio del orgullo que sienten los habitantes por la autonomía de San Marino.

El palacio es la sede del Parlamento de la República (Consiglio Grande e Generale), formado por 60 consejeros que los ciudadanos eligen cada cinco años. En sus manos reside el poder legislativo y deben asegurarse de que todas las medidas tomadas respeten la Constitución, que data del año 1600, la más antigua del mundo aún en vigor. También nombran a los capitanes-regentes, una especie de equivalente del presidente de la República, dos veces al año, el 1 de abril y el 1 de octubre, tras un desfile que recorre las calles de la ciudad. Permanecen en el cargo durante seis meses y rara vez repiten. En cualquier caso, tienen que esperar tres años antes de volver a ocupar la más alta posición de la República.
En la sala del Consiglio Grande e Generale hay un enorme fresco que representa a san Marino en el monte Titano, dominado por las tres torres de la República. Justo antes de entrar, se encuentra la estatua de Antonio Onofri, el «Padre de la Patria».