NEWGRANGE
De los sitios ecopolitanos del Valle del Boyne, Newgrange es sin duda el más famoso, el más concurrido y el más impresionante. Se trata de uno de los túmulos de pasillo más bellos de toda Europa Occidental, una tumba compuesta por un largo pasillo y una cámara funeraria cubierta de túmulos. La datación por carbono-14 de Newgrange sitúa su construcción alrededor del año 3.200 a.C., es decir, antes de la construcción de las pirámides egipcias o de la erección de Stonehenge....
Al llegar al lugar, después de un corto viaje en minibús desde el Centro de Visitantes de Brú na Bóinne, un enorme montículo emerge en el paisaje montañoso del Boyne, como una ola de tierra verde. Estás frente a la mítica tumba de Newgrange.
Rodeado por un círculo de 97 monolitos, un largo pasillo de 19 metros conduce a las tres alcobas de la cámara funeraria donde, según las hipótesis actuales, fueron enterradas las cenizas de cuatro o cinco personas. La entrada al pasillo está defendida por una espectacular piedra monolítica (piedra de entrada), magníficamente grabada con motivos en espiral, cuyo significado sigue siendo inexplicable en la actualidad. En el interior, varias piedras, ocultas o visibles, están grabadas con motivos simples: triángulos, diamantes, espirales. El techo de la habitación (6 metros de altura) está bellamente construido hasta el punto de que no hay infiltración de agua gracias a los canalones trazados en la piedra.
El misterio del solsticio de invierno. En el recinto de la cámara sepulcral, una cavidad permite el paso de un rayo de luz cada 21 de diciembre, que ilumina el pasillo por una pequeña abertura en la parte superior de la entrada y la cámara en este único día del solsticio. Este descubrimiento se debe al profesor M. J. O'Kelly, quien realizó excavaciones en Newgrange entre 1962 y 1975. ¿Pero cómo puede explicarse tal precisión astronómica hace tantos milenios? Uno de los muchos misterios en este intrigante valle alrededor del Boyne...
Dans le visiter center une exposition explique et présente une reconstitution de l'intérieur du tumulus lors du solstice d'hiver.
Une cafétéria sur place permet de se restaurer car il n'y a rien autour
Le musée ne présente guère d'intérêt mais le site en lui-même est intéressant