COLINA DE TARA

Puede que los restos de la colina de Tara no sean espectaculares, pero su significado simbólico e histórico es grande y es uno de los lugares más famosos de Irlanda. La colina de Tara debió de ser, es y sigue siendo un lugar inspirador, aunque todo lo que se puede ver son verdes montículos de ovejas pastando tranquilamente sin tener en cuenta la historia... Bajo un montículo se encuentra el Túmulo de los Rehenes, un pasaje funerario que data de alrededor del año 2000 a.C. Más tarde, en el siglo III, Tara fue el corazón de las asambleas de los Altos Reyes de Irlanda (el más poderoso de ellos fue Cormac Mac Art). Nada menos que 142 altos reyes se sucedieron allí. Cabe señalar que el título de Alto Rey no era hereditario en aquella época: el Alto Rey era elegido por una asamblea o se ganaba su título en el campo de batalla. Las ruinas de los recintos reales y los misteriosos túmulos aún pueden admirarse hoy en día. El lugar de Tara fue también un centro del cristianismo primitivo (se dice que San Patricio convirtió allí al alto rey Laoghaire en el siglo^V ). En el siglo VI, San Ruadán lanzó una maldición sobre la colina de Tara: "¡Que Tara quede desierta para siempre! La colina fue abandonada y dejó de ser la capital política de Irlanda, pero siguió siendo el centro espiritual de la Irlanda pagana. También fue desde aquí donde en 1843 Daniel O'Connell convocó una concentración para protestar contra el trato a los católicos. Más de un millón de personas asistieron a su discurso.

En la colina de Tara, los visitantes actuales pueden ver la Piedra del Destino. Se trata de una piedra que fue llevada a Irlanda por los legendarios Tuatha Dé Danaan (tribus de la diosa Dana). Se dice que esta piedra ruge cuando el alto rey legítimo pone el pie en ella. Según la leyenda, Murtagh, el rey de Tara del siglo VI, prestó la piedra a su hermano Fergus, rey de Escocia. Se conoció como la Piedra de Scone. Los ingleses la robaron en 1297 para guardarla bajo el trono de la Abadía de Westminster y sólo recientemente la devolvieron a Escocia. Desde entonces se expone en el Castillo de Edimburgo. Sin embargo, se dice en Irlanda que la auténtica Piedra del Destino nunca salió de Irlanda y permanece hasta hoy en la cima de la colina de Tara. ¡Pero no intentes hacer creer eso a los escoceses! En cualquier caso, la Colina de Tara puede ser un viaje interesante para sumergirse en estas historias y en esta parte importante de la historia de Irlanda.