MOUNT STEWART
Muy fácilmente accesible en autobús de Belfast, este destino especialmente notable no se puede perder si tienes tiempo. Aquí se viene esencialmente para visitar los jardines de la propiedad, de los que se le debe la concepción a Lady Edith, venir a vivir aquí en 1921 con su marido, el duque de Londonderry y (primer) Ministro de Educación para Irlanda del Norte. Lady Edith, apasionada de botánico, literatura y arte, ha realizado estos sorprendentes jardines en los que se convocan múltiples influencias: España, Italia, Grecia. El tono general no es nada académico, sino bastante fantasioso, muy poético y a veces humorista, como con este Dodo Terrace realizado por su hija, poblado de esculturas de animales quirúrgicos con expresiones extrañas. También encontramos has talladas en forma de arpa o de jinete, pequeños lagos y rocas y muchas plantas odorantes, como un alambre de eucalipto con deliciosos perfumes… Todo es aquí sensual, ligero, lleno de referencias a la cultura clásica pero de forma muy libre.
La casa sólo se visita con una guía y tendrás que coger un ticket de reserva. Hay un chiringuito con información en francés para seguir la visita. Descubrimos lo que fue el marco cotidiano de la pareja que recibió aquí todas las eminencias políticas e intelectuales de entonces, pero también muchos escritores y artistas. La familia real, aristócratas europeos, diplomáticos y parlamentarios se cruzaban en suntuosos salones decorados con objetos procedentes de todo el mundo. Entre las piezas maestras se encuentran bonitas sillas bordadas, utilizadas en el congreso de Viena de 1815 y la famosa pintura, Hambletian, de George Stubbs (especialista en caballos de carreras que el duque afectaba especialmente), que domina una gran escalera de escaleras. Las dimensiones son tales que el caballo representado es casi de grandeza natural. Algunos visitantes sólo pasan por ver este cuadro de reputación mundial…
Una última sorpresa de esta propiedad es el muy bonito Templo of the Winds, situado en el otro extremo del parque. Esta summerhouse aislada, que domina una bahía, era también el lugar de jubilación del duque de Londonderry, que a veces iba a buscar la paz de la mente en este lugar abierto al mar y el viento del ancho…