Guía de viaje Västervik

La carretera E22 bordea el mar Báltico, pero no se acerca a él. Para ver el horizonte sobre el mar, conviene detenerse en Västervik, famosa por sus astilleros, que abastecieron a casi el 80% de la flota de guerra real de Gustav Vasa en el siglo XVII . A finales del siglo XIV el pueblo se estableció unas decenas de kilómetros más al norte, en Gamleby, pero para sostener la fortaleza construida en 1360 (cuyas ruinas aún pueden verse en el brazo del río), el rey decidió trasladar el asentamiento y, para convencer a sus habitantes de que se mudaran, les ofreció cuatro años de exención de los impuestos reales para construir una iglesia y sus nuevas casas. Así, la blanca Santa Gertrudis sigue en pie y fue la primera construcción en el emplazamiento moderno de Västervik en 1433. En un día se puede pasear por las encantadoras calles de casas de madera de colores y las dos hermosas iglesias, sentarse en una de las muchas terrazas que hacen del puerto un lugar animado en verano, y bañarse en el mar Báltico en un bello entorno. Si se pasa la noche, hay tiempo para hacer una excursión en barco a las hermosas islas del archipiélago.