Guía de viaje Strömstad

Aferrada a altas rocas grises con reflejos rosados, pulidas por el hielo, esta estación balnearia al sur de la frontera noruega (de la que dista apenas 25 km) está enclavada al final de una bahía, a la entrada de un fiordo atravesado por tres puentes. Desde aquí se divisan multitud de islotes, entre ellos las islas Koster, un paraíso para los bañistas. Antaño noruego, como toda la región de Bohuslän, este pequeño pueblo de pescadores fue sueco a partir de 1658, antes de convertirse en un famoso balneario de aguas termales a finales del siglo XVIII. Hoy, aunque la pesca de mejillones y gambas y las pequeñas industrias de electrónica e ingeniería mecánica desempeñan un papel importante en la economía, es el turismo el que proporciona más puestos de trabajo y genera la prosperidad de la ciudad. Es cierto que a Strömstad no le faltan atractivos, con sus dos coloridos y animados puertos deportivos y sus callejuelas empedradas que bajan hasta el puerto. En 2009 se creó aquí el primer parque nacional marino protegido de Suecia. Inaugurado por el Rey, Kosterhavet es una zona protegida de 450 km² dedicada a la protección de especies y al descubrimiento del excepcional patrimonio natural de la zona. Strömstad se extiende sobre colinas con vistas a la costa rocosa y las islas del archipiélago al fondo. En uno de estos promontorios, al norte, al otro lado del río Strömsan, el Ayuntamiento domina la ciudad con su cúpula verde pálido. Este color también se encuentra en muchos tejados del pueblo: algunas de las iglesias, edificios públicos y casas individuales están cubiertas de este verde, que contribuye a la originalidad de Strömstad. En las tardes de verano, el muelle, que a veces huele a patatas fritas, está muy animado, y los bancos y terrazas están abarrotados. Los ocupantes de los veleros bajan a tierra para degustar bandejas de gambas y una copa de vino, y se puede pasear por el puerto contemplando los barcos y el sol poniente... Por último, si se encuentra en la zona a principios de agosto, no querrá perderse la atracción del día, la regata de remo de camareros de restaurante entre Strömstad y las islas Koster. Toda la ciudad está en marcha y la cerveza fluye en un ambiente eufórico.