Qué ver y hacer Arvidsjaur

Le encantará la atmósfera de esta hermosa iglesia, cuyo interior se vuelve azul en invierno debido al reflejo de la nieve a través de las ventanas. La representación un tanto ingenua de la aurora boreal detrás del altar es realmente mágica. Es obra del pintor Ivar Hjertqvist. La iglesia data de 1902 y sustituye a otra más antigua que fue demolida. Fue diseñada por el arquitecto Gustaf Hermansson en un estilo neogótico experimental y consta de tres naves. Su arquitectura se inspiró en la iglesia de Jokkmokk, construida quince años antes.

Tom y Lotta Svensson, pastores de renos, le enseñarán a pastorear con el rebaño, le ayudarán a familiarizarse con las chozas de los osos y le hablarán de chamanismo alrededor de un buen fuego y de un café. Una forma interesante, gratificante y auténtica de sumergirse en la cultura local. Proponen varias actividades; pregunte directamente en el establecimiento. En verano, puede pasar una o más noches en una kåta, un refugio tradicional. Todo ello en un relajante entorno natural.

El pueblo-iglesia de Arvidsjaur se conserva muy bien. Estas cabañas laponas con forma de pirámide nunca han estado habitadas permanentemente por los samis, sino que se utilizaban como alojamiento nocturno durante los servicios religiosos obligatorios. Hoy en día, las construcciones siguen siendo propiedad del pueblo sami. Es el pueblo sami más grande que se conserva, con muchas dependencias y graneros que datan del siglo XVIII. ¡No se lo pierda si pasa por Arvidsjaur!