FORTALEZAS Y MUSEO DE VAXHOLM (VAXHOLMS FÄSTNING)
La situación estratégica de Vaxholm, puerta marítima de Estocolmo, fue establecida desde principios del siglo XVI, cuando el regent Sten Sture decidió construir una casa fortificada. El rey Gustave Vasa lo fortalece 50 años después, temiendo los ataques de los daneses y los rusos. La construcción se limitaba entonces a una gran torre circular circular de cañones, de donde se encargaba una cadena de protección que cruza el estrecho. Con el fin de obligar al tráfico marítimo a tomar prestado este paso, el Rey emprendió el faraónico proyecto de tapar un estrecho vecino, tarea que llevará más de 300 años. Rápidamente, la fortaleza resultó eficaz para contrarrestar los intentos enemigos de acercarse a Estocolmo por el Mar Báltico: en 1598, la flota polaca del rey Sigismund fue desalentada por la oposición en Vaxholm. 14 años después, un ejército de 8.000 daneses cruzó el camino después de haber sido bombardeado por los cañones suecos. En 1719, los rusos intentaron forzar el Estrecho, sin éxito. En el siglo XVIII, otras construcciones completaron el dispositivo de defensa del archipiélago, incluido el fuerte de Fredriksborg. Con el tiempo, la fortaleza de Vaxholm perdió su importancia militar y a mediados del siglo XIX la vieja torre de Gustave Vasa fue derribada. Una construcción nueva vive hoy (es visible hoy), que el ejército sueco abandona definitivamente en 2006.
La visita. Es posible deambular libremente por el fuerte: el patio de los desfiles y sus elegantes edificios rosa y crema, las gruesas murallas de granito en las que se alinean los cañones antiguos y modernos, la torre que domina Vaxholm y las islas circundantes (130 escalones), el paseo que da a las murallas y el museo dedicado a la historia del fuerte, abierto desde 1964 y renovado en 2003.