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La aparición del diseño sueco en el siglo XIX

Fue en Estocolmo, en 1845, donde se fundó la primera asociación de diseñadores del mundo, llamada Svenska Slöjdföreningen (Sociedad Sueca de Artes Industriales y Diseño). Influida inicialmente por el estilo Biedermeier alemán de la década de 1830, Suecia encontró su propio camino en la década de 1850, caracterizado por una mezcla de diferentes influencias, desde el gótico al barroco, pasando por el rococó. En este contexto, las Svenska Slöjdföreningen ayudaron a mejorar los productos artesanales fomentando la cooperación entre diferentes movimientos artísticos. El diseño se consideraba un catalizador del cambio social, una mentalidad que ha perdurado en Suecia hasta nuestros días.
Las dos figuras clave del diseño sueco de la segunda mitad del siglo XIX fueron los artistas y decoradores Carl (1853-1919) y Karin Larsson (1859-1928). Mezclando la cultura campesina con el dulce sueño de una casa de campo, sus creaciones destacaban por su rechazo a la sociedad industrial, reflejando una tendencia más general en el país. La serie de acuarelas pintadas por Carl Larsson sobre la casa de la pareja contribuyó a difundir esta nueva estética. Estas imágenes inspiraron a la escritora feminista sueca Ellen Key (1849-1926) para escribir el panfleto Skönhet för alla ( Belleza para todos, 1899). En él exponía la idea de que un entorno sencillo y bello a la vez podía contribuir al bienestar y la armonía social, de ahí la importancia de concienciar a los consumidores y desarrollar su percepción estética.

Arte que refleja la evolución y los valores sociales suecos

No fue hasta los años de entreguerras cuando el diseño sueco despegó realmente y se hizo un nombre en el extranjero, con Estocolmo como epicentro. Modernismo y clasicismo se mezclaron durante dos décadas. La influencia de los socialdemócratas en los años 40 cambió un poco las cosas, ya que la prosperidad y la distribución de bienes se convirtieron en preocupaciones centrales. La estética de este periodo estuvo totalmente dominada por la utilidad y la practicidad, y los muebles de metal ocuparon un lugar destacado. Esta moda se denominó "Funkis", o funcionalismo. En 1930, la Exposición de Estocolmo tuvo una enorme influencia en el mundo, al reflejar una utópica visión socialista de la sociedad. Su codirector, el arquitecto Erik Gunnar Asplund (1885-1940), desempeñó un papel importante en este movimiento. En Estocolmo se puede admirar su biblioteca pública, ricamente decorada por dentro y por fuera, con muebles originales hechos a medida que aún se pueden ver hoy en día.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el diseño sueco volvió a una estética más cálida, pero aún marcada por el ideal igualitario. El diseño sueco surgió como alternativa al diseño fascista de la época nazi, encarnando la democracia, la importancia de la naturaleza y el minimalismo. Centrado en la intimidad, el hogar y la armonía familiar, este modelo pacífico atrajo a un mundo en busca de paz. Fue el comienzo de un fabuloso auge del diseño sueco, y nacieron muchas creaciones icónicas. Sobriedad, sencillez y funcionalidad se combinan con formas orgánicas que siguen el contorno del cuerpo para crear un mundo en el que el calor humano y los elementos de la naturaleza se funden armoniosamente. Con este espíritu nació IKEA en 1943. Combinando estética, accesibilidad y sencillez, se ha convertido en un símbolo del país en el extranjero.

Estocolmo, capital de la moda escandinava

La moda sueca combina el sentido de la utilidad con la sencillez, a contracorriente del lujo poco práctico. La ropa está hecha para funcionar y tiende a ser bastante neutra, con detalles sutiles y discretos. Casas como Acne Studios, con sede en Estocolmo, son típicas de este estilo: ropa informal pero de alta gama, que combina beige, blanco y negro con verde neón o rosa pastel. Estocolmo acoge su propia Semana de la Moda dos veces al año desde 2005. La Semana de la Moda 2019 se canceló para explorar enfoques más sostenibles. Los diseñadores suecos no temen desafiar a la industria de la moda, así que se han adelantado y se han enfrentado a su impacto medioambiental. En 2021, la cuestión de la ropa de segunda mano y la trazabilidad de cada pieza estuvo en primer plano. La primera edición de Fashion X, creada por el Consejo Sueco de la Moda (SFC), tuvo lugar en Estocolmo en noviembre de 2022, marcando una postura a favor del cambio en la industria. Para saber más sobre la moda en Estocolmo, visite el sitio web de Fashion X (www.swedishfashioncouncil.se).

Multitud de opciones para descubrir el diseño sueco

La capital está llena de oportunidades para aprender más sobre el diseño sueco. La mejor manera es visitar el Centro Sueco de Arquitectura y Diseño (conocido como ArkDes), en la isla de Skeppsholmen de Estocolmo. Cuenta con una colección permanente que ofrece una visión completa de la arquitectura sueca a través de los tiempos, en forma de dibujos, fotografías y objetos históricos, así como varias exposiciones temáticas temporales.
También puede visitar Designtorget, que presenta a nuevos diseñadores suecos y sus creaciones, y Nordiska Galleriet (en la avenida Nybrogatan), donde se venden muebles e iluminación de diseñadores nórdicos e internacionales. Para una decoración del hogar más elegante y atrevida, visite la legendaria tienda de interiorismo Svenskt Tenn.
Por último, esté donde esté, puede visitar el Museo Sueco del Diseño, un museo en línea (accesible en francés) cuya misión es hacer accesible y visible el diseño sueco en todo el mundo. El sitio ofrece diversas exposiciones y visitas guiadas virtuales, así que no se lo pierda(https://fr.swedishdesignmuseum.com/)