MUSEO DE LA FOTOGRAFÍA (FOTOGRAFISKA MUSEET)
La fotografía es un medio artístico importante en Escandinavia debido a la luz nórdica que hace soñar a los fotógrafos.
A unas decenas de metros de la estación de metro de Slussen, su fachada de ladrillo rojo sigue intacta. Fotografiska es uno de los mayores espacios dedicados a la fotografía contemporánea. Inaugurado en 2010, este museo es una delicia para los aficionados a la fotografía. En el corazón de un edificio de principios del siglo XX, 5500 metros cuadrados de espacio moderno acogen cada año cuatro grandes exposiciones y unas veinte más pequeñas. No hay exposición permanente, pero artistas suecos e internacionales llenan las tres plantas con sus obras. La escenografía es agradable y fluida. Tenga en cuenta que este no es un museo sobre técnicas fotográficas, sino sobre la fotografía en sí: las fotografías expuestas están realzadas por una iluminación y una atmósfera adaptadas a cada artista. La Fotografiska también ofrece talleres de fotografía para quienes quieran descubrir, mejorar o simplemente divertirse. Cuanto más explore las exposiciones, más se acercará al restaurante. Este está dirigido por el chef Paul Svensson, ganador del premio Gold Dragon Award por su cocina ecológica. En el bar se pueden escuchar apasionadas conversaciones sobre fotografía o debates sobre exposiciones anteriores. A la salida está la tienda del museo, que ofrece una selección de trescientas fotografías en formato póster, así como la Master Box de Jesper Waldersten con tres copias de su exposición All over.
Reserve las mejores actividades con Get Your Guide
Opiniones de los miembros sobre MUSEO DE LA FOTOGRAFÍA (FOTOGRAFISKA MUSEET)
A la fin de la visite, le restaurant permet de déguster une pâtisserie (ou plus si affinité!) tout en profitant d'une vue sur l'île de Djurgården dans une ambiance agréable.
Le bar Resto est super! Une vue sur la mer exceptionnelle et les produits sont de très bonnes qualités... Dans une ambiance assez décontracté... Parfait!
Le seul inconvénient, malgré l'accès facilite en métro, il faut longer une deux fois 3 voies assez désagréable et en travaux..;-(
J'y suis allé quand il y avait (peut-être encore) l'expo temporaire sur Bettina Rheims. et franchement j'ai été bluffée. si vous avez l'occasion d'y aller n'hésitez pas, même si le prix peut en repousser certains.
Le petit plus c'est le restaurant avec une vue panoramique magique sur l'île de Djugarden