CEMENTERIO DE LA CUEVA DE LONDA
Cómo llegar y contactar
Un cementerio de visita obligada con ataúdes colgantes e impresionantes cuevas funerarias ancestrales en Siguntu.
Londa es un lugar fascinante, con sus ataúdes suspendidos y sus impresionantes cuevas funerarias ancestrales, aún en uso. Desde lo alto de las escaleras, los acantilados parecen densos y cubiertos de vegetación. Una mirada más atenta revela coloridos ataúdes anidados en grietas a distintos niveles de la roca. Al pie de los acantilados hay dos cuevas de atmósfera mística. A la entrada, encontrará hileras de ataúdes de madera colgados de la pared, un balcón donde se colocan los Tau-Tau, efigies talladas en madera de jackfruit que representan a los difuntos y modernos ataúdes rectangulares. La madera de jackfruit se utiliza tradicionalmente porque amarillea con la edad, recordando a la piel humana.
Las tumbas colgantes indican el estatus social del difunto: Cuanto más alto es el ataúd, más alto es el estatus del difunto. Alrededor de la cueva pueden verse huesos que caen de ataúdes dañados por el paso del tiempo. Las cuevas pueden tener hasta 1.000 m de profundidad, y explorarlas, entre estalagmitas y estalactitas, requiere precaución y agilidad, ya que algunas partes sólo tienen un metro de altura. Sumergirse en estas oscuras cuevas es una experiencia única, impregnada de un aura mística, que ofrece una visión inigualable de las tradiciones funerarias Toraja.
La ceremonia funeraria tradicional, Rambu Solo, exige el sacrificio de 24 a 100 búfalos para la nobleza, u 8 búfalos y 50 cerdos para la clase media.