LA FAZENDA
Situada a la salida del Samo, en un clarón acondicionado entre las héveas, La Fazenda ("cierra" en portugués) revela sus encantos al final de una pequeña pista de laterita bordeada de cocoteros encerrados. Este hotel, 100% ecológico, ha sabido beneficiarse ventajosamente de las riquezas naturales de Costa de Marfil. Dotado de paneles solares y de un embaldosado de agua, dispone de cómodas habitaciones (climatización, televisión, cuarto de baño independiente, wifi) y se organiza alrededor de una bonita piscina desbordante encastrada en una magnífica deck. Enjambé de un agradable puente de madera que conduce a un pajaro donde es posible tomar una copa o comer, la piscina da a las plantaciones y te recibe por unos momentos de descanso o la barbacoa del domingo. La decoración del lugar, aunque minimalista, no está menos lograda y se caracteriza por un magnífico trabajo de esencias variadas de madera local, así como una armoniosa fusión de estilos rústicos y de diseño. Mobiliario de mimbre y bambú africano, adorables apatams con techo de paja cónicos, ventanas y ventanales con claras vías estilizadas, pequeños toques de decoración étnica-chic, objetos de arte y de artesanía diseminados aquí y allá, velos discretos y aéreos y bonitos juegos de luz: toda la sencillez de la rústica africana por un encanto auténtico y auténtico. Allí se pueden realizar varias actividades: petanca bajo los árboles, senderismo a pie o en bicicleta a través de las pistas y senderos sinuosos que serpentean en las plantaciones, iniciación a la hemulquesa y visita de los pueblos circundantes. Un verdadero remanso de paz, ideal para hacer el oxígeno y recargar las acusaciones a dos pasos de Babi. ¡Sólo mágico!