HOPITAL DES FAUCONS

Incluida en 2010 como patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco, la cetrería, el arte de criar ciertas aves de presa para la caza, pudo practicarse por primera vez en las altas mesetas de Asia Central, sobre todo por los kirguises, y luego pasó a los árabes y galos hacia el siglo VII. El cargo de Gran Cetrero de Francia se creó en 1406; Luis XIII viajaba con cientos de aves. Una práctica inmemorial en la península arábiga, que el jeque Zayed convirtió en un símbolo de identidad, en una marca cultural nacional hasta el punto de lanzar la emisión de pasaportes de halcón para que sus propietarios pudieran volar sin problemas. Único en el mundo, que ha tratado 60.000 casos desde 1999, este establecimiento, que es en parte hospital y en parte refugio, está abierto a los visitantes necesariamente curiosos. Si bien es cierto que el hospital está bastante alejado del centro de la ciudad, la visita merece la pena y se ha convertido en una visita obligada en la lista de "must-see" de la capital emiratí. Acompañado por una enfermera auxiliar o por el director francófono (un veterinario alemán), entrará primero en la sala didáctica donde se explican las características de los halcones que atraviesan los emiratos, así como la historia entre los beduinos y las aves de rapiña, pero también se explican los fundamentos de la cetrería. Nótese de paso el equipo de transmisión de radio francés de los cazadores, digno del Inspector Gadget. El recorrido continúa en la sala de tratamiento, poblada por pacientes emplumados y enmascarados sometidos a anestesia rápida. Aquí se repara una pata rota, allí se liman las garras y más adelante se sustituye a un veterano. Sin duda, el guía le ofrecerá una foto con el halcón en el guante después de mostrarle un quirófano. En el exterior, una pajarera acoge a los residentes de larga duración, aclimatados lentamente para que no se maten entre ellos. Y terminamos con las habitaciones individuales que albergan a los enfermos graves: ¡éste, postrado y sufriendo, no tiene ni idea de la complejidad del tratamiento expuesto en la puerta! Aunque es cara, la experiencia es en general muy gratificante, aunque la comodidad de la visita depende mucho del tamaño del grupo. Suele venir más gente por la mañana. Se calcula que hay unos 18.000 halcones en cautividad en los Emiratos. El precio inicial de un raptor es de 40.000 AED. No olvide pasar por el Centro del Saluki, en el mismo recinto, donde descubrirá al inseparable amigo de los beduinos, el sabueso. Este viaje, a unos treinta minutos de la capital, merece la pena