IGLESIA DE SAN FEDERICO - IGLESIA DE MÁRMOL
Iglesia de Copenhague con una gigantesca cúpula de 31 metros de diámetro, que le da un aire a la basílica de San Pedro.
La construcción de esta iglesia estaba prevista desde la fundación del barrio, del que iba a ser el centro neurálgico, pero una cosa llevó a la otra...
El primer proyecto se encargó a Nikolai Eigtved, y la primera piedra fue colocada con gran pompa por el rey Federico V el 30 de septiembre de 1749. El edificio, de estilo rococó, iba a ser de mármol noruego, de ahí el extraño nombre para una iglesia. El arquitecto murió en 1754. Su rival, Lauritz de Thurah, se peleó por sucederle, pero acababa de llegar a Copenhague un arquitecto francés, Nicolas-Henri Jardin, que importó la nueva moda de su país, el clasicismo. El rey se dejó seducir, por lo que el francés recibió el encargo de rediseñar el proyecto. Pero el rey murió en 1766. Su sucesor, Cristián VII, sufrió una enfermedad mental y fue incapaz de gobernar, por lo que Johann Friedrich Struensee, consejero del rey, paralizó su construcción.
Como resultado, el edificio permaneció en un estado lamentable durante 150 años. Finalmente, las obras se reanudaron bajo la égida del arquitecto Ferdinand Meldahl, gran defensor del estilo historicista, gracias a la financiación del banquero Carl Frederik Tietgen. Para gran alivio de los habitantes de Copenhague, finalmente se inauguró el 19 de agosto de 1894. No se puede perder su gigantesca cúpula, de 31 metros de diámetro, que domina la plaza abierta en el eje del palacio de Amalienborg y le da un aire de basílica de San Pedro, aunque luterana.
Reserve las mejores actividades con Get Your Guide
Opiniones de los miembros sobre IGLESIA DE SAN FEDERICO - IGLESIA DE MÁRMOL
A noter qu'il est parfaitement aligné avec Amalienborg et l'opéra, de l'autre côté du fleuve.
Dans la rue de la Marmorkirke, ne loupez pas également l'église russe.
Elle est parfaitement alignée avec l'ensemble d'Amaliensborg à deux pas donc il ne faut pas hésiter à visiter les deux au même moment.