MUSEO NACIONAL DE LOS HUEVOS PINTADOS
El museo cuenta con una magnífica colección de 3.000 huevos pintados, algunos de ellos centenarios, pertenecientes al doctor Anton Setnic, médico de Botoșani y luego trasladado a Vatra Dornei en la segunda mitad del siglo XX. Fascinado por el arte de los huevos pintados, este coleccionista los fue recogiendo de todos los pueblos de Bucovina gracias a la ayuda de sus pacientes. La mayoría aún están llenos, lo que los hace más frágiles y difíciles de conservar. Agrupados por zonas, se exponen en pequeñas cajas de madera, pirograbadas por Anton. La colección abarca toda la diversidad de esta técnica popular: algunos de los huevos presentan motivos florales que no se ven en ninguna otra parte, otros vienen en sorprendentes tonos amarillos y rosados, y otros son clásicamente bicolores, con motivos dibujados en cera. Los huevos de Ciocănești, por su parte, son reconocibles por su fondo negro y sus motivos geométricos en tonos amarillos, rojos y blancos, similares a los que adornan las casas del pueblo. Los huevos se sellan mediante una técnica muy específica, utilizando cera de abeja y una herramienta llamada chişiță: es un proceso complejo que requiere mucha precisión. Una sección está dedicada a las obras de los ganadores del concurso de huevos pintados, que se celebra cada año con motivo del Festival Nacional de los Huevos Pintados: más de 6.000 huevos en total. El museo también tiene una pequeña tienda de huevos decorados por artesanos locales.