Guía de viaje Humor

Fundado a principios del siglo XV, este monasterio es famoso por sus frescos pintados por Toma de Suceava, en los que predominan el rojo y el oro. Su iglesia, de tamaño modesto y dedicada a San Jorge, es de estilo clásico moldavo. Sus pinturas interiores están consideradas entre las más bellas de Moldova. El interior (soberbios arcos superpuestos) y el exterior (la primera veranda abierta de Moldova) están decorados con pinturas ortodoxas tradicionales de estilo bizantino. Admirables pinturas también adornan el calendario ortodoxo, el icono de la Asunción de la Madre de Dios y los retratos de los más famosos ermitaños cristianos. El altar está consagrado a la Virgen y a su Hijo, según la tradición ortodoxa. Los temas principales de las pinturas exteriores son la Anunciación, el Árbol de Jesé y el Día del Juicio, así como el Asedio de Constantinopla en la fachada sur. El sitio fue una vez fortificado. Sin embargo, desde su destrucción por los austriacos en 1785, sólo quedan algunos tramos de las murallas circundantes y una imponente torre de vigilancia puntiaguda (1641), convertida más tarde en un campanario.