Guía de viaje Breb

Enclavado en las colinas, ligeramente apartado de la carretera, este pueblo de 1.200 habitantes es todo lo bucólico que se pueda desear. Bordeado de senderos arbolados, las gallinas vagan libremente. Aquí perviven las tradiciones: las fiestas religiosas se celebran con fervor y, los domingos, como en otros pueblos de la zona, los habitantes se visten con trajes regionales, ofreciendo un festival de colores. También podrá ver trabajar a los agricultores y a los artesanos: bordadoras, tejedoras, talladores de madera, etc. También verá unos preciosos pórticos de madera tallada. Breb también cuenta con una hermosa iglesia de madera del siglo XVII con frescos de la misma época. En los últimos años se han asentado aquí numerosos extranjeros, así como neorruralistas rumanos, lo que ha contribuido al dinamismo turístico del pueblo, que también ofrece una amplia gama de opciones de alojamiento, incluidas hermosas casas de madera restauradas, como las que restauró el príncipe Carlos a través de su Fundación Mihai Eminescu.