TEMPLO MAGOKSA

Una de las perlas poco conocidas de la región. Fue fundada en 640 por el monje Jajang y destruida por los japoneses en 1592. Un lugar encantador donde es absolutamente necesario llegar a pie. En otoño, los ruborizados árboles, en primavera, el verdor y el ruido del río salvaje traen a este lugar una nota de cuento de hadas. Sus antiguos edificios de rara belleza te harán olvidar todo. Antes de cruzar el puente, vea el Salón Yeongsanjeon, o Cheonbuljeon, reconstruido en 1651, que alberga mil Budas de arcilla dorada. El interior con sus viejas vigas pintadas es magnífico.