Guía de viaje Petulu

A 1.500 metros al noreste del centro de la ciudad, hay que tomar la carretera en dirección norte (Jalan Andong) desde la rotonda de la estatua. Una pequeña carretera con un cartel (Aldea o Santuario de Garzas Blancas) a la izquierda conduce a una aldea donde hace unas décadas se instalaron varias especies de garzas y garcetas de diferentes tamaños. Aunque surcan los cielos al amanecer en busca de alimento durante todo el día, cada tarde regresan a sus nidos, posándose por miles en los árboles del pueblo donde pasarán la noche. Los aldeanos parecen haberse acostumbrado a su presencia y las garzas, que no son muy tímidas, a su nuevo hábitat, a pesar de estar tan cerca del pueblo. Algunos aldeanos con pequeñas parcelas han instalado bancos donde los turistas pueden sentarse a observar las aves, mientras disfrutan de una bebida refrescante. En realidad, los aldeanos no hacen mucho por proteger a las aves, pero es cierto que el desfile de coches por sus estrechas calles al anochecer debe de ser una molestia que intentan compensar. En este sentido, un pequeño donativo está justificado... Pero no es obligatorio. Venga entre 30 minutos y 1 hora antes de la puesta de sol. Según la creencia local, los pájaros son la reencarnación de las víctimas de la guerra civil de los años 60, ya que hay un monumento conmemorativo no lejos de Petulu.