La cocina tradicional de Berlín

Diseñada para resistir el frío, la cocina berlinesa es bastante rica. Abundan los platos con salsas, sobre todo de cerdo, y las guarniciones hechas a menudo con chucrut o patatas. Platos típicos son el Kasseler Rippen (costillas de cerdo ahumadas), elEisbein (jarrete de cerdo), los Bouletten (albóndigas de carne picada), el Schnitzel (chuletas empanadas de origen austriaco), el Sauerbraten (ternera cocida a fuego lento en salsa agridulce) y los Rollmops (arenque marinado). Sin olvidar las Königsberger Klopse (albóndigas con salsa de alcaparras y anchoas), originarias de Rusia pero muy populares en la RDA. El Weihnachtsgans o ganso asado es un clásico navideño servido con col, patatas y Teltower Rübchen(nabos caramelizados).

Otros platos son la Kohlroulade (rollos de col) o el gulash, que, aunque originario de Hungría, ha llegado a Berlín. Las patatas, por su parte, se presentan en Bratkartoffel (patatas fritas con bacon), Knödel (albóndigas de patata, a veces con pan y carne) o Kartoffelpuffer, tortitas de patata al estilo rösti, a menudo servidas con salmón ahumado y nata agria.

En Alemania, el desayuno(Frühstück) -a menudo copioso- incluye queso, embutidos, huevos, müesli, así como pan(brötchen), mantequilla y mermelada. Entre las 12.00 y las 13.00 horas, el almuerzo(Mittagessen) es tradicionalmente una comida caliente. Por último, a las 19.00 horas se sirve la cena (Abendbrot), normalmente fría. Consiste en ensaladas y lonchas de queso o embutidos. Aunque el turismo ha alargado un poco la hora de la cena, los alemanes suelen comer temprano y pocos restaurantes sirven más allá de las 22.00 horas, aunque los numerosos puestos de comida callejera (kebabs, salchichas, hamburguesas, etc.) satisfarán incluso a los noctámbulos más hambrientos.

Entre la salchicha de curry y el doner kebab

Con casi un tercio de sus habitantes de origen extranjero, Berlín es una de las ciudades más cosmopolitas de Europa. No es de extrañar que haya una comunidad turca muy numerosa, así como un gran número de ciudadanos de Europa del Este, los Balcanes, el mundo árabe, Irán, Vietnam y China. Los restaurantes ofrecen especialidades de todo el mundo, así como platos que los berlineses se han apropiado hasta convertirlos en emblemas de la cocina alemana.

El ejemplo más obvio es el döner kebab, del que se dice que llegó a Berlín a finales de los años sesenta. La receta es turca. En sí mismo, es muy parecido a nuestro kebab "francés", con su carne adobada -tradicionalmente cordero, pero más a menudo ternera o pollo- enrollada en una empanada. La gran diferencia suelen ser las porciones mucho más grandes y, sobre todo, el precio: a menudo menos de 3 euros en Alemania, frente a los 5 euros como mínimo en Francia. Se dice que el Mustafas Gemüse Kebap, en el barrio de Kreuzberg, es el mejor kebab de Alemania, si no de Europa.

La Currywurst, otra especialidad "exótica" puramente berlinesa, es también uno de los símbolos culinarios de la capital alemana. Creada en los años 50, esta receta consiste en una salchicha a la parrilla cubierta con una salsa agridulce a base de ketchup y curry en polvo, servida con patatas fritas. En Berlín se venden unos 70 millones al año.

Postres y bebidas

Como en el resto de Alemania, la repostería es muy apreciada por los berlineses. Hay, por supuesto, muchos pasteles de varias capas, strudels y tartas de fruta, por no mencionar algunos dulces locales. El típico Pfannkuchen berlinés es un donut de azúcar relleno de mermelada o chocolate, mientras que el delicado Berliner Luft es una mousse de vino blanco cubierta de puré de frambuesa. El Berliner Käsekuchen es una especie de tarta de queso sobre una base de masa quebrada, mientras que el Berliner Napfkuchen es una variante local del kouglof. Otros pasteles son el Mohnpielen, un pudin de semillas de amapola, y el Liebesknochen, un eclair de chocolate.

Los cafés alemanes suelen servirse con leche(mit Sahne) y son bastante ligeros. Pida un espresso si desea algo más fuerte. Los lugareños son grandes bebedores de café, y suelen tomarlo con una rebanada de Kaffee und Kuchen. A los alemanes también les encanta el chocolate caliente, a menudo servido con nata montada, sin olvidar el té. En cuanto a las bebidas frías,el Apfelschorle es una mezcla de zumo de manzana y agua con gas, que suele tomarse en lugar de agua durante las comidas. De hecho, los alemanes prefieren el agua con gas (Sprudelwasser) -por la que cobran-, por lo que es muy raro que le ofrezcan una garrafa de agua en un restaurante.

Entre cervezas y vinos

Como es lógico, los berlineses, como los alemanes en general, beben mucha cerveza. Berlín tiene incluso su propia especialidad, la Berliner Weisse. Esta cerveza se elabora con trigo, es ligeramente ácida y se sirve en grandes vasos redondos con un toque de sirope de frambuesa para endulzar el sabor. Por lo demás, las cervezas se dividen en varias categorías y se sirven en botella o de barril(vom Fass). La Weizenbier (cerveza blanca) puede ser filtrada (Kristall) o sin filtrar (Hefe). Becks es la marca de Pilsner (cerveza rubia de fermentación baja) más popular entre los jóvenes, mientras que la generación de más edad prefiere la Berliner Pilsner. En algunos restaurantes se puede encontrar la Kölsch, que es la Pilsner de Colonia servida en vasos largos y finos de 20 cl. Otras cervezas se sirven en cantidades mayores, 33 cl como mínimo, siendo la norma 50 cl para una Weizenbier.

También son famosos los vinos alemanes, a menudo del valle del Rin. Elija los blancos antes que los tintos, de calidad desigual. El Riesling, en particular, suele ser excelente (pida "trocken" para un Riesling seco, de lo contrario será dulce). En los mercados navideños, el Glühwein (vino caliente con canela y otras especias) es imprescindible.