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Una ciudad verde para recuperar su biodiversidad

Berlín es una ciudad verde en el sentido más estricto de la palabra: jardines, parques y bosques ocupan el 40% de su superficie (más de 2.500 espacios verdes). Estas zonas no son sólo para el recreo, sino también para la biodiversidad silvestre y cultivada. Aunque se han identificado zorros, mapaches, comadrejas y jabalíes, la ciudad es ante todo un laboratorio para una estrategia de recuperación de la biodiversidad. Las antiguas zonas fronterizas del Muro de Berlín están ahora cubiertas de corredores verdes y azules que ayudan a mantener la dinámica evolutiva de los seres vivos. Un programa de ciencia participativa también permite a los habitantes de la ciudad identificar plantas silvestres y recoger semillas para su futura difusión en la ciudad. Entre los principales parques están Tiergarten, Natur-Park Südgelände en Schöneberg (un antiguo descampado ferroviario), Bundesgartenschau Park, Victoria Park, Comenius-Garten, Schloss Charlottenburg Park y Volkspark Freidrichsain.

Jardines comunitarios

También hay terceros lugares donde las palabras clave son resiliencia alimentaria, compartir y solidaridad. Tempelfoher Feld es sin duda el lugar más emblemático donde se ha desarrollado un proyecto de agricultura urbana. Situado en el emplazamiento de un antiguo aeropuerto, se puede cultivar un huerto, compartir una bebida, dar un paseo y mucho más. También merece la pena visitar el Prinzessinnengarten, más pequeño, donde podrá reparar su bicicleta. La ciudad de Berlín posee casi 71.000 terrenos (Schrebergärten) que alquila a los vecinos a precios módicos a través de asociaciones. Estas parcelas, agrupadas en 890 "colonias", existen desde hace 150 años. Aunque forman parte del paisaje berlinés y aportan beneficios a los jardineros (alimentos, ejercicio, interacción social), están amenazados por la presión inmobiliaria.

La alegría de la movilidad suave

Berlín ha introducido una zona de bajas emisiones en el centro de la ciudad, donde la mayoría de los vehículos tienen prohibido circular. Un sistema de pegatinas ecológicas regula en mayor medida el acceso a los coches en la capital. En cuanto al transporte público, la ciudad cuenta con una amplia red, que también puede utilizar para transportar su bicicleta. Muchos berlineses utilizan la bicicleta para desplazarse a diario. La ciudad es prácticamente llana y está bien equipada con carriles bici, además de ofrecer una amplia gama de servicios dedicados al ciclismo. Es muy fácil encontrar una bicicleta, nueva o de segunda mano. La asociación BikeSurf facilita préstamos, y también hay empresas de alquiler de bicicletas, así como servicios de autoservicio de alquiler de bicicletas como Mobike y Call a Bike. La ciudad también se presta al cicloturismo. Se organizan visitas guiadas en bicicleta, pero también se pueden realizar magníficos paseos urbanos.

Clasificación, punto de ajuste y cero desperdicios

Berlín tiene un alto nivel de recogida selectiva de residuos. La ciudad también cuenta con Pfand, un sistema de depósito de envases de vidrio, plástico y aluminio. En la práctica, se trata de depositar los envases en máquinas situadas en los supermercados, que a cambio le darán notas de crédito en sus próximas compras. En cuanto a los residuos cero, varias tiendas ofrecen venta a granel, y la ciudad cuenta con un restaurante y un supermercado de residuos cero.

Orgánico y vegano

La primera tienda online de ropa vegana fue lanzada en 2017 por un emprendedor berlinés. Los visitantes podrán encontrar numerosas tiendas de productos ecológicos y veganos, así como un mercado vegano (The Green Market).