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Bienvenido a la ciudad más antigua de Alemania. Trèves (Trier en alemán) sumerge sus raíces en la confluencia de dos civilizaciones: celtica y romana. Si sólo quedan pocos rastros de la primera, la segunda es omnipresente. Esta ciudad fue la Roma del Norte: todo monumento, atmósfera, elemento de cultura nos lo recuerda hoy. Fundada en el año 17 a. C., cerca de santuarios celtas, la ciudad romana tomó el nombre de Augusta Treverorum, ciudad de Augusto en el país de los Trevires. A finales del siglo III después de J.C., bajo el reinado de Diocletiano, la bella ciudad de Treveris se convirtió en capital de los emperadores romanos de Occidente. Constantin, primer emperador cristiano, deja grandes huellas de su reinado, y aún hoy se pueden ver los orígenes romanos de la catedral (Dom). Se imagina la importancia de Trèves la Romana: en el siglo IV, la ciudad tenía 80.000 habitantes. (Tiene hoy 100.000). La influencia cristiana sólo aumentó. Así, a partir del siglo XII, la ciudad se convierte en la sede del arzobispo. Es entonces Sancta Treveris, la Santa Traille. Los arzobispos son también príncipes, y la arquitectura rococó completa poco a poco las obras maestras de la Antigüedad sin los suplantar. A finales del siglo XVIII, se acabó en esa época y Trèves pasa bajo dominación francesa, después prusiana en 1815. Veamos por fin el nacimiento, en 1818, de un niño que se conocerá más tarde bajo el nombre de Karl Marx… Trèves se convirtió en el siglo XX un importante puerto fluvial y un centro universitario. La mezcla de géneros y la apertura de espíritu se han mantenido vivos en esta ciudad muy agradable, con toques casi meridionales.