MAUSOLEO DE AVICENA (ARAMGAH-E BUALI SINA)
Este mausoleo, construido en 1954, se inspira en la antigua torre funeraria de Gonbad-e Kavus en Gorgan, en el noreste de Irán. Doce columnas de granito apoyan un techo cónico que domina la sala funeraria, adornada con inscripciones que recuerdan la obra del "príncipe de los filósofos". La tumba de un fiel, Abu Saïd Kaduh, se codea con la del maestro. También hay que ver en el interior las inmensas alfombras, las piezas de marquetería, la biblioteca y el pequeño museo dedicado a la vida y obra de Avicenne (980-1037). La terraza ofrece un bonito punto de vista sobre Hamadan y la plaza alrededor sigue siendo negra de mundo. El gran Avicenne (Bou Ali Sina) es uno de los filósofos, físicos y científicos de la Persia medieval. Nacido cerca de Boukhara y muerto en Hamadan, revela muy joven su genio. Famoso desde la edad de 17 años, cura un príncipe samanide que lo llamó a su luz. Solicitado por el príncipe de Hamadan, asesora este último antes de entrar al servicio del príncipe de Ispahan, conquistado en 1030 por el Ghaznevacío Massoud. Los saqueos de la ciudad conducen a la desaparición de su enorme enciclopedia (veinte volúmenes), cuyos fragmentos sólo serán salvados o reconstituidos por el autor. Su Tratado de Medicina en cinco volúmenes, traducido en latín, ejercerá una influencia considerable en las prácticas médicas hasta el siglo XVII, tanto en Oriente como en Occidente. Cerca de 57 libros se asignan a temas tan diversos como la metafísica, la mecánica, la acústica, la astronomía o la geometría.